Ricos y Pobres… el mismo Problema!

Cuando se habla de los problemas actuales con frecuencia leo, veo y escucho que el problema son los ricos que han sometido a los pobres. Los ricos son los malos, los pobres son los buenos. En Ecuador, el presidente ha exacerbado un sentimiento de rabia entre los ricos y los pobres, como si realmente ese fuese el problema. Como siempre, es más fácil quedarse en la superficie de las cosas. No basta con saber que las apariencias engañan. La gente perezosa no es capaz de buscar el origen de las cosas y es la que más dificultades crea en resolver los problemas. No voy a negar que muchas empresas, muchos gobiernos y entidades de poder, abusan con el tema del dinero y su poder para hacer las cosas de tal manera que sólo ellos se benefician. Pero, también he visto gente que se ha sacado el aire trabajando para lograr tener una base económica que le permita vivir con comodidad y que es capaz de generar fuentes de trabajo. Sin el rico, no hay el pobre, sin el pobre, no hay el rico. Vivimos en un mundo de polaridad y estas diferencias siempre van a existir mientras vivamos en los sistemas que hemos creado. El problema no es el rico, tampoco es el pobre, el problema es que vivimos, todos, sometidos a un sistema disfuncional, es un sistema enfermo que marca con mucha más fuerza cualquier diferencia. Este sistema es el que crea la forma de vida que conocemos ahora, la pugna de poderes, la ambición por dominar, por controlar. Todo eso es una ilusión. Para empezar, el sistema político, el sistema económico y el religioso, si, el religioso también, sobre todo de las religiones monoteistas, están basados en el poder y este va de la mano con el dinero. El poder tiene, como todo, su lado bueno y su lado malo. El ser humano de la historia conocida, ha utilizado mayormente el poder para malas obras, pero también hay quien ha usado el poder para buenas obras. No es lo mismo un Hitler que un Gandhi. Los dos con poder y los dos con una visión totalmente diferente de la vida. Uno respetaba la vida y el otro la condenaba. Entonces, lo mismo vemos en todos los niveles de poder y la balanza, generalmente, se inclina hacia el mal uso del poder para el beneficio de pocos. Por eso es que la gente, hoy en día, esta harta de los ricos y poderosos.

Los pobres son los víctimas y los ricos sus verdugos. Todo es cuestión de actitud y de conciencia. ¿Es acaso cierto que rico es el que más tiene y pobre el que menos tiene? O, ¿más cierto sería que rico es el que menos necesita? Hay gente que desea vivir con lujo, hay gente que no lo necesita. ¿Acaso el uno es rico porque vive en lujo y el otro pobre porque no lo desea? Tenemos el derecho para vivir como deseemos, ¿verdad? Lo que hemos olvidado de nuestros derechos es que, si es algo que afecta a uno sin hacer daño a otros, está bien, si afecta a uno haciendo daño a otros, no está bien, y si afecta a uno haciendo el bien a otros es lo mejor. Este sistema al que estamos sometidos y, desde mi pequeña opinión, es el mayor problema de todos. Ha estimulado la mentira, la codicia, la traición, el engaño, por encima de todos los valores que podríamos desarrollar, empezando por el amor, la aceptación, la tolerancia, el respeto y la confianza. Este sistema es consecuencia de un proceso histórico gobernado por el lado oscuro de la humanidad y la necesidad de satisfacer egos centrados en sí mismos sin visión comunitaria. Pero, no está aquí para quedarse, ha venido para fregarnos en la cara que la vida da vueltas, que vivimos en un Planeta relativamente circular y que si uno escupe al cielo, es a uno a quien cae el escupitajo. Este sistema nos deja saber que fomentar el lado oscuro sólo trae crisis, dolor y sufrimiento, porque en el lado oscuro hay separación e individualismo. Ahora, que la gente del Planeta esta despertando de este sometimiento, ha empezado el inicio del cambio planetario, que puede tomar siglos y ojalá el Planeta y el Cosmos no nos revienten o extingan antes de lograrlo. Quedarnos en la actitud de que el pobre es el víctima es la peor actitud para crear un nuevo sistema, más bien, fomenta la mediocridad y la pereza existencial. Otro de las consecuencias del «yo pobre» es la pérdida de poder personal que hace que se espere que otros le den a uno lo que uno necesita buscar por sí solo. Esos seres se convierten en zoombies existenciales.

Es verdad que la ambición de los que tienen el poder esta destruyendo el Planeta. Esto también esta sucediendo porque nosotros, los que hemos perdido nuestro poder personal, lo estamos permitiendo. Parte del problema de haber perdido ese poder personal es que no sabemos lo que significa que la unión hace la fuerza. Perdimos, sobre todo los citadinos, el sentido de comunidad. Pero, esto es algo que se despierta cuando existe un estímulo lo suficientemente fuerte como para sacarnos de ese estado pasivo y lo volvemos a recordar. El caso de Turquia, en este momento, nos deja ver el poder de la unión a pesar del cáos. El caso de Edward Snowden, un genio en computación que ha divulgado la manera en la que el NSA(national security agency) esta metido en revisar las vidas privadas de los ciudadanos en USA. Además, nos deja saber la manera tan podrida en que funcionan las entidades de poder que, si hacen algo así, es porque no se sienten seguros en su poder. Y, esto que esta haciendo el NSA en USA lo hacen gobiernos de tantos otros países. ¿Qué mas puede reflejar sino su propio inseguridad? Y si los gobiernos funcionan así es por la disfunción que existe en la vida que llevamos y la falta de conciencia de que todos somos uno.

El sistema disfuncional en que vivimos crea gente disfuncional que desequilibra la vida de los demás. Mucha gente piensa que no es posible salir de este sistema, que no puede dejar de existir un gobierno, que el sistema económico es la base del funcionamiento del Planeta, pero esto es porque no se ha creado, por el momento, opciones que funcionen para las masas de forma mas justa. Foster Gamble, del movimiento Thrive, propone que se debe hacer una transición en la que el gobierno se convierta en una entidad reguladora pero que no tenga tanto poder, lo cual, para comenzar, tendría mucho sentido. Los gobiernos se convertirían en entidades reguladoras manejadas con reglas claras y transparentes y no manejarían el nivel de poder que manejan ahora. Esto es posible, solo hay que implementar y exigir. Claro, recordemos que los gobernantes no estarán dispuestos a dejar ir su tajo de poder, así que estos cambios generarán conflictos y dificultades. En la economía, existe una propuesta de Serge Latouche, sobre la economía del decrecimiento, que puede ser una opción a considerar hasta encontrar la mejor propuesta. Necesitamos entrar en procesos de transición para ir descubriendo, mediante la práctica, una forma más justa para todos. Toda transición trae conflicto, inevitablemente, pero, es la única forma de caminar hacia el cambio. Así que dejemos de sentirnos víctimas porque no tenemos satisfecha nuestra propia ambición de poder y de dinero. Dejemos de cultivar el círculo vicioso de los sistemas de poder. Dejemos de sentirnos poderosos porque tenemos dinero. El problema no es tener o no tener, el problema es la falta de conciencia, es la desconexión de nuestro propio espíritu que nos separa de los demás, creando divisiones y estimulando el egocentrismo, la individualidad y la violencia. Necesitamos enfocar nuestra atención en un proceso de cambio de creencias, en una transición en la que haremos la prueba con nuevas ideas hasta ver cual se asienta de mejor forma para ser humano colectivo que busca vivir en paz y armonía. Sólo haciendo la prueba podremos saber qué sistema responde mejor a la necesidad de este cambio. Y, recordemos, el cambio global empieza con el cambio en uno.

Les recomiendo ver el siguiente video, hay subtítulos en español si ingresan en el cc debajo de la pantalla. Nos deja ideas de cosas que podemos hacer para generar un cambio, entendiendo el efecto que ha tenido el sistema económico actual.

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