Las nuevas generaciones ya vienen aleccionadas con el tema del reciclaje, el medio ambiente, el cambio climático. Tienen un chip más avanzado porque vienen a vivir en un mundo colapsado por la ignorancia y la insensibilidad de los ancestros industrializados. Es, realmente, triste (por lo que eso significa) ver que salen a la calle niños y adolescentes para protestar por el Planeta. Los adultos no queremos darles la importancia que merecen porque nos acostumbramos a ver a los menores como seres sin pensamiento propio. Las circunstancias han llevado a que los niños y jóvenes actúen pidiendo que los adultos hagamos algo al respecto. Hay tantos intereses económicos y tenemos líderes tan deplorables como Bolsonaro y Trump, entre otros, que da despecho de la raza humana como tal. Se dice que somos un cáncer para el Planeta y nadie lo podría negar. Arrasamos con todo, nuestra mente enfocada en una sola dirección: uno mismo!! Eso no sería un problema si fuese para despertar la conciencia, pero es más por necesidades egocéntricas de autosatisfacción. Satisfacer nuestras necesidades no es malo, entendamos mejor. Se vuelve un problema cuando lo que hacemos y la manera que hacemos tiene consecuencias que van más allá de uno. Por ejemplo, vamos de compras y aceptamos que nos entreguen los productos en fundas de plástico. Llevamos a casa y luego las botamos, quizás las usamos para el basurero pero tarde o temprano las desechamos. No nos ocupamos del tema de la basura más allá de dejar afuera para que el basurero municipal se la lleve. Pensemos en tantas cosas que pasaron de vidrio a plástico y que, viendo lo que está sucediendo con la basura, se está volviendo a las botellas de vidrio retornables. Eso ya nos da una pauta de que el plástico ha sido una comodidad que, a la larga ha hecho mucho daño. Todavía son muy pocos los países que hacen un trabajo muy consciente con el manejo del basura, caso de Suiza, Suecia y otros países europeos. En América Latina, hay países como Chile que ya no permite, seriamente, el uso del plástico de esta manera. El caso de Ecuador es patético. No solo que no hay políticas serias y determinantes sobre el tema del plástico, sino que hasta recibimos basura de otros países.
Son tantos lo problemas que estamos generando para nuestra propia subsistencia que harían de este artículo algo sin acabar. Creo que todos estos desastres que podemos constatar con el tema de la minería abierta, la quema de la amazonía, el deshielo de los polos y tantas otras cosas responden a mucho más que solo la actividad humana como la percibimos. Claro, entender que lo que hacemos los humanos también responde a la energía del cosmos nos quita el poder de creer que somos lo máximo aquí pero, si conocemos como han sido los cambios de era según las tradiciones ancestrales, nos daremos cuenta de que hay mucho de la dinámica cósmica que nos impacta directamente en la conciencia. En este certero cambio de era, si me permites, creo que este movimiento masivo de energia está sacando todo el lado más oscuro y podrido del ser humano para que nos demos cuenta de lo que hemos sido capaces de hacer con nuestro potencial y, eso mismo, está estimulando el lado opuesto, es decir, que salga ese lado armonioso, lumínico, amoroso y espiritual que está alineado con toda la existencia. Es la perfecta evidencia de la lucha entre la oscuridad y la luz, que si bien siempre ha existido, parece haber sido relacionada con ciertas élites mitológicas, en cambio, ahora es una cuestión masiva que envuelve a la mayor parte de la humanidad.
Por lo pronto, para hacer algo más concreto, dejo esta reflexión en el video esperando que estimule un cambio en nuestra forma de vivir y compartir este hermoso y tan maltratado Planeta.
Gracias por comentar y compartir con otras personas.
Muy,muy bueno el mensaje. abrazos