A pesar de que en nuestra genética tenemos una predisposición natural en buscar una pareja, y no solo una pareja, sino LA PAREJA con la que podamos compartir la experiencia de vida pues no todos vienen a encontrarse con ese ser ideal que proyectamos en la Flama Divina. Partamos de ciertas motivaciones instintivas que nos llevan a esa búsqueda. Primero, buscamos pareja por instinto de supervivencia de la especie. No es algo aparente ni consciente en buena parte de nosotros, pero es una realidad innegable, caso contrario, el deseo sexual sería irrelevante. Claro que, en el caso humano, se mezclan más cosas que simplemente el instinto. Añadimos la atracción, la conexión y los sentimientos a este deseo y lo asociamos con el amor. Está bien, así ha sido para la mayoría y de esta manera empezamos nuestra experiencia en el amor de pareja. Sin embargo, no somos conscientes de que el amor tiene muchos niveles y que este amor instintivo que se desarrolla, de manera natural, a través de la atracción, es el amor más básico. A pesar de que hemos escuchado sobre el amor incondicional, nuestros conceptos e ideas sobre ese amor se basan en este amor instintivo que estoy mencionando. Es como decir, amor de primer grado. Es una experiencia linda, fascinante, magnética y en eso nos quedamos. Pero hay más, mucho más en relación con el amor que se puede descubrir conforme la vida nos ofrece experiencias que nos obligan, de alguna forma, a despertar a dimensiones más elevadas del amor. No es algo que pasa a la gran mayoría, pero tampoco es necesario que así sea. Con que se pueda elevar el nivel de conciencia, a través de un campo vibracional generado por la cantidad de conciencias despertando que sean necesarias (y no me referiré a 144.000 mil porque no lo puedo garantizar), se logrará sembrar la semilla de otras dimensiones de amor para que vaya creciendo conforme el condicionamiento colectivo vaya cambiando y elevando su nivel de percepción, de entendimiento y de forma de vivir. Sembrar la semilla es la responsabilidad de nuestra generación. Las siguientes se encargarán de abonar y permitir que crezca.
Observando el comportamiento humano, la mentalidad general de las distintas sociedades y aquellos conceptos que se sostienen colectivamente en occidente y oriente, se puede deducir que hay grupos de almas que vienen a pulir y trabajar distintos aspectos del inconsciente colectivo. Unos vienen a pulir ciertos valores, otros vienen a generar caos para estimular el cambio, otros vienen a sostener la oscuridad para desear con mas fuerza la luz. Hay un grupo de almas que han venido a despertar la semilla del amor incondicional. Ese grupo de almas son las Flamas Divinas o Llamas Gemelas. En vista de que es una mega tarea lograr ese despertar, se requiere que sea un grupo de guerreros espirituales para poder “soportar” las lecciones, los retos, y el dolor que puede implicar enfrentar este tipo de relación que tiene un propósito claro. En vista de que estamos dormidos, de que hemos vivido una realidad que nos ha alejado de nuestra esencia espiritual y que nos ha llevado a vivir los niveles mas elementales del amor con apego, el amor del deseo y la atracción sin reconocer que hay más profundidad que está opacada en nuestro interior, necesitamos reconocer que estamos mentalmente condicionados a creer en realidades limitantes, realidades que responden a la realidad que hemos vivido por siglos y que no nos ha llevado a la experiencia de paz interior que buscamos. Romper ese condicionamiento mental es tenaz, es muy doloroso, aunque haya personas que digan que no se necesita sufrir para cambiar en estos niveles casi inconscientes de nuestra existencia. Prácticamente necesitamos estrellarnos contra el Planeta para que se rompa esa mentalidad de piedra que está grabada en nuestro ser.
Aquellas almas guerreras que estaban listas para lograr estos cambios en el inconsciente colectivo vienen a trabajar ese estancamiento mental. Vienen a romperlo para que surjan nuevas percepciones, nuevas relaciones con la energía más poderosa que hay en el Multiverso: ¡El amor!
En vista de que este trabajo genera mucho movimiento de energía, atrae a su alrededor a muchas almas que están ávidas de amor, de cercanía, de intimidad, de despertar inclusive. Imagínate que el trabajo pesado se hace en el núcleo de una célula y es tan fuerte su emanación que atrae mucha energía a su alrededor. La mayor parte de personas que dicen estar teniendo una experiencia de Flama Divina están justamente en la periferia de esa emanación y no es exactamente su Flama Divina sino una relación de alma gemela u otro tipo de relación que aparece como reacción a la emanación del cambio que se está generando en ese núcleo. Por eso hay ciertos indicadores que son clave para llegar a la conclusión racional de que la experiencia que estamos teniendo es de Flama Divina y los dos indicadores principales son: 1) despertar de la energía kundalini y 2) despertar de la conciencia trascendida del amor, es decir, lograr entender que el amor incondicional es un estado de conciencia de unión que trasciende la dualidad y la división.
Estas experiencias, tanto las que suceden en el núcleo como en la periferia, tienen un impacto gigantesco en la totalidad de la humanidad. Así que más que etiquetar la relación, lo importante es vivirla para que te transforme. En el camino de las Flamas Divinas lo importante es lograr ese despertar del amor incondicional, esa es la misión para todo el grupo de Flamas Divinas, sea que lo logre una o las dos flamas. Esto implica aprender sobre el desprendimiento, la libertad, sobre la paz interior, la felicidad, la conciencia, y la dimensión espiritual. La misión de las almas que son atraídas a la periferia de este núcleo de guerreros espirituales es aprender sobre el amor de otra manera que no sea la obsesión, la necesidad y el deseo. Aprender a reconocerse como seres espirituales que están trabajando en conjunto con miles de almas para un propósito colectivo del cual no somos conscientes del todo pero que responde al cambio de era en el cosmos y en la Tierra.
Hay personas que siguen creyendo que el camino es diferente para cada ser que encarno en este grupo de almas guerreras. Ok, el camino puede ser diferente, pero la misión es una y la misma. SI no has logrado alinearte con esa misión colectiva es momento de considerar en qué nivel de conciencia te encuentras y partir de ahí, de tu individualidad, hasta que comprendas la colectividad. Todos tenemos una participación en este cambio de era, no hay mejores ni peores participaciones, simplemente participamos de acuerdo con lo que adquirimos como responsabilidad. Los que estaban más avanzados adquirieron más responsabilidades que los que no han caminado tanto en su despertar.
La relación de Flama Divina no es lo que la gente cree en cuanto a que es la relación soñada. Esta es una relación que viene a trabajar la dimensión humana para elevarla a la dimensión espiritual. Y deja de ser un sueño porque se convierte en una realidad que trasciende, que nos lleva a conocer lo que es la verdadera unión que añoramos internamente que es justamente la unión espiritual. Esta es una relación esencialmente espiritual. Ahora, solo toca comprender lo que eso significa, no desde el deseo lo que uno quiere, sino desde la verdad que esto abarca.
Aquí dejo un video que aborda algo más al respecto.