¿Cómo podemos cambiar el mundo si no cambiamos individualmente? Quizás no nos sintamos parte de la oscuridad en la que la humanidad está sumergida pero somos, ineludiblemente, parte de esta realidad. Todos nosotros hemos contribuido para crear la realidad global y local que estamos viviendo. Es verdad que hay lugares en donde se vive en paz y armonía. Sin embargo, el mayor porcentaje de países del Planeta se ven afectados por la soledad, la falta de amor, la insatisfacción, la poca realización personal, la depresión. A esto sumemos la corrupción, las pugnas de poder, las mentiras para sostener ese poder y manipular a los demás, la codicia, las guerras, los abusos de todo tipo y la ignorancia. ¡Qué combinación! Siempre hemos vivido épocas críticas y unas veces son más complicadas que otras. Desde hace un par de décadas hemos podido ver movimientos masivos de personas demostrando su insatisfacción con los sistemas de poder. La globalización ha hecho que ya no sólo nos afecten los eventos locales sino también los mundiales. El problema es que estamos tan adaptados a vivir bajo los esquemas que hemos desarrollado que no conocemos otras posibilidades de convivencia masiva. Hay grupos que están creando comunidades que están volviendo a lo natural con sistemas más funcionales en los que se está cultivando otro tipo de conciencia. Lo he mencionado en artículos anteriores sobre la Permacultura, por ejemplo. Traigo esto a colación porque es urgente que encontremos nuevos caminos para vivir más en sintonía con nuestra naturaleza espiritual. ¿Por qué es esto importante? Porque cuando nos conectamos con la naturaleza espiritual empezamos a vernos como hermanos y funcionamos para servirnos los unos a los otros. El gobierno del ego es lo que hemos conocido toda nuestra vida y funcionamos bajo sus principios. Vivir altruistamente es casi una utopía. Pensar en el bienestar común se limita a un círculo pequeño, aceptar la verdad y vivir con transparencia es algo para locos no más. Es verdad que no podemos lograr un consenso global porque vivimos en culturas diferentes, con idiomas diferentes, prioridades diferentes y así sucesivamente. Aún así, cuando nos conectamos con nuestra esencia espiritual es más fácil tener la apertura para pensar abiertamente y en función de la comunidad de la que se es parte.
Entonces, para que podamos cambiar se requiere de algo que nos remueva las estructuras más arraigadas que apoyan y soportan los sistemas de vida que tenemos. Deben existir algunas maneras de llegar a esas partes en nosotros. Encontré que todo lo que afecta por el lado de lo que más buscamos, o sea, el amor, es por donde más podemos lograr desmoronar los pilares, de nuestra estructura personal, que cultivan y sostienen las estructuras colectivas. Sin duda, en las relaciones más íntimas y cercanas es en donde nos vemos más afectados. Entonces, el Universo se ha encargado de enviar a cierto tipo de personajes para que puedan trabajar en esta transformación de estructuras. Estos personajes son lo que se ha concebido como las «Flamas Divinas«. He explicado ya, en artículos anteriores, lo que son las flamas divinas y cómo identificarlas. Ahora me enfocaré en su misión.
Para comenzar, es importante comprender que, mientras estemos aferrados a las estructuras que nos han desconectado de nuestra esencia espiritual aceptar, con certeza, la existencia de estas relaciones será poco fácil. Aún así, es mucha la gente que está experimentando algo inusual y diferente en las relaciones «íntimas». Tanto en el blog en inglés como aquí he recibido muchísimos testimonios de estos encuentros. Lo que la mayoría no sabe es qué hacer con estas situaciones. Han sido más las mujeres que lo han sentido y lo han expresado y eso es lo esperado ya que a las mujeres nos han permitido, socialmente, tener más acceso a nuestra intuición y sentimientos. Los hombres son más cautos y comprimidos en el mundo de sus sentimientos porque así fueron entrenados la mayoría. Se les ha encargado ser «los fuertes», «los mantenedores», «los protectores» de las mujeres y la familia. Ya con sólo eso podemos comprender lo poco vulnerables que se les permite ser. Para reconocer la conexión con la flama divina necesitamos acceso a la intuición y la vulnerabilidad. Muchos piensan que ser vulnerable es ser débil pero dista de ser verdad. La vulnerabilidad es como verse sin piel ante una situación u otro ser, así de transparente queda nuestro ser interior y se requiere de mucho valor para poder permitirse estar en ese estado. Este es un lujo que, ante una flama divina, es inevitable. Con otras personas nos podemos proteger y poner mil barreras. Con una flama divina, por más que se quiera, no se puede. Ahora, esto sucede a nivel del alma y el mundo interior. Las dos flamas, mientras se anclen en su personalidad y ego, tendrán todos los conflictos y pugnas de poder del caso. Lo que vienen a trabajar estas relaciones es el sometimiento del ego para que surja la esencia espiritual. Por eso son fuertísimas a nivel interior o del alma, y son tan difíciles a nivel personal.
En vista de que sostenemos el conflicto entre lo interior y lo exterior, entre el alma y el ego, con frecuencia vamos a desear que la relación se dé como lo que estamos acostumbrados a querer cuando estamos enamorados de alguien. La realización última de las flamas divinas es la reunión alineada entre alma y cuerpo para volver a ser uno, manifestando el poder de la luz en su máxima expresión de la unión de la dualidad en amor incondicional entre dos seres. Pero, para llegar a eso, necesitamos hacer mucho trabajo interior así que comprender esto ayudará a manejar mejor experiencia.
Voy a tratar de ilustrar, lo mejor que pueda, este concepto de transformación de raíz que provoca este tipo de relaciones. Solo puedo imaginar que has escuchado hablar ya sea del inconsciente colectivo (según C.G.Jung) o del campo morfogenético (según Rupert Sheldrake). Imaginemos que este inconsciente colectivo es como un manto energético que rodea al Planeta entero. Existe una relación recíproca entre ese «manto» y el contenido de nuestro campo de «conciencia». Somos co-creadores del manto y es de ahí de donde nos amamantamos para sostener nuestra realidad. Los pensamientos que tenemos son el resultado del alineamiento de nuestra intención con la información de este manto. Lo podemos concebir como un espejo de nuestra realidad mundial. Ahora, eso no quiere decir que la realidad que hemos creado es la única posibilidad de existencia para la humanidad. Esta realidad solo refleja lo que hemos cultivado y en dónde hemos puesto nuestra atención y esfuerzo. Es evidente que ya no estamos complacidos con la realidad del mundo. Todo sucede en ciclos y estamos llegando a ese ciclo en que un cambio es necesario porque caso contrario no podremos mantenernos con los requerimientos del nuevo ciclo. Los cambios requieren de muchas adaptaciones y, definitivamente, hay que derribar lo que se ha vuelto inconsciente en nosotros y que es la consecuencia de una construcción social a la que nos adaptamos desde hace siglos para sobrevivir. Pues, esas estructuras de gobierno o poder del ego ya no nos sirven para el nuevo ciclo. Por eso hay cada vez más personas que buscan su despertar espiritual pues es uno de los requerimientos para crear la realidad del nuevo ciclo. Entonces, necesitamos implantar las semillas del cambio en ese manto del que nos amamantamos. Estas son semillas de luz porque surgen de nuestra reconexión con la esencia espiritual.
¿Qué implica cambiar ese manto del inconsciente colectivo? Es una mega tarea que requiere que miles de seres se sometan al proceso de transformación. Consideremos la relación recíproca con ese manto. Nos amamanta pero nosotros le nutrimos con nuestros pensamientos y creencias. La relación es mutua y directa. Entonces, si hay como 7000 millones de habitantes que intercambian el pensamiento habitual con ese manto perpetuando las estructuras psicológicas y manifestadas, necesitamos al menos unas 7 millones de personas que estén haciendo los cambios en sus estructuras personales para empezar a impactar, de alguna manera, ese manto que nos cubre. El encuentro con Flamas Divinas es una manera de hacer ese cambio pero no es la única. Entendamos que la esencia espiritual en ese manto está totalmente opacada por el poder con el que ha gobernado el ego. Su gobierno nace de la ignorancia y la ignorancia es consecuencia de nuestra desconexión de la esencial espiritual. Es tan densa la capa que cubre el manto que no será tarea fácil despejarla. ¿Por qué las flamas divinas ayudan en la transformación social? Porque al romper las estructuras en uno mismo se desprende una nueva energía, en forma de semilla, que empieza a nutrir ese inconsciente colectivo. Estas relaciones nos ayudan a crear nuevas formas de relacionarnos basados en el amor espiritual o amor incondicional. Entonces, no te asustes si te has encontrado con una relación de este calibre y, más bien, empieza a trabajar internamente en tu propio cambio y reconexión interior. Estas relaciones se dan de formas particulares. Para comenzar uno de los dos puede estar en otra relación. Generalmente, viven en ciudades o países diferentes. Esto se debe a que la intensidad de la conexión es tan grande que sería muy difícil de manejar estando muy cerca físicamente. Si no están listos para vibrar a un mismo o parecido nivel espiritual la relación no funcionará, recuerda que el origen y la esencia de esta relación es totalmente espiritual. Si no nos reconectamos con esa parte de nosotros, la relación será extremadamente complicada y difícil. También sucede que uno de los dos está más avanzando en el camino espiritual y es quien reconoce inicialmente el tipo de relación. Una característica típica es lo difíciles y dolorosas que son estas relaciones. Solo cuando ya logremos esa alineación espiritual esta dificultad se acaba. Esto también se manifiesta, generalmente, para almas viejas. Aunque parezca que la otra parte está poco evolucionado espiritualmente hay que reconocer la energía del alma para conocer de verdad a ese ser. La familiaridad y la sensación de estar en nuestro regazo interior con la otra persona es otra de las características. Nos podemos confundir y eso es parte del proceso. A veces nos enganchamos con una persona pensando que es nuestra flama divina y no lo es. Generalmente, ese enganche viene como consecuencia de un karma pendiente y toma su tiempito identificarlo. Si, con el pasar del tiempo, hay evidencias de la conexión a nivel espiritual que se manifiestan con cierta regularidad y vas logrando discernir la energía interna que se mueve entre los dos e identificas esa sensación de total vulnerabilidad y hogar con el otro, puede ser tu flama divina, pero no te aferres al concepto sino que encuentra el propósito y la misión de tu unión a esa persona.
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Buenos días Goy.:
En primer lugar agradecerte la labor que realizas con este blog pues nos ayuda al despertar y reconforta.
Quiero dejarte mi testimonio y que me des tu opinión. Soy una mujer que tras mucho leer buscar meditar internamente y tras mi trayectoria de evolución a mis 46años me siento un alma vieja, soy madre divorciada tras 25 años de matrimonio, con la persona que suponia que debia acompañarme en mi viaje de vida, hace tres años decidi romper con mucho dolor y sacrificio mi relación pues hacia mucho tiempo que se habia convertido en una relación de apego..hice en ese camino de evolución que desperto en mi en ese momento el perdon de mi niña interior, el sufrimiento por las perdidas familiares, por el amor no recibido en mi infancia y que yo buscaba afuera. Durante ese peregrinaje interno, se cruzo en mi vida la que creo es mi flama divina, pues hubo muchisima atracción magnetica, sensación de conocernos de siempre, no era necesario hablar mi alma se pegaba a la suya, no necesitamos nada, no habia sensación de espacio, ni de tiempo, era como si el mundo parara, pero aunque yo senti como el reconocimiento inmediato, habia algo en mi que me apartaba, tiraba de mi interior me sentia con la persona correcta en el momento incorrecto, sentia que el no habia evolucionado igual, eso unido a que estaba casado me hizo tomar la decisión de apartarme de el, para mi fue como renunciar a lo que sentia una parte de mi, por dolor y sufrimiento de la otra parte pues sentiamos que no estabamos obrando bien. Esto sucedio hace año y medio, y al dia de hoy sigo sintiendo su alma, como si todas las noches me llamara, mi vida ha cambiado vibro a otro nivel, busco e intento mirar la vida desde los ojos del corazón (con amor) y eso me esta ayudando a criar a una hija desde una vibración que hace unos años cuando suponia que estaba en familia no existia en mi casa, y que aunque esa persona que desperto mi yo interior, no esta conmigo fisicamente no la veo, ni mantengo ningun contacto con ella, el regalo que el Universo me ha dado de poder sentir ese abrazo de almas que no se puede describir que es la vibración desde el amor puro universal yo la he vivido. Y desde ese momento aunque en este plano estoy sola no hay nadie en mi vida, no me encuentro sola, y siento que en otro nivel estamos juntos. Es dificil de explicar, pero es lo que siento.
Muchas gracias.
Gracias por compartir. Me has pedido tu opiniòn y creo que en este video puedo comentar algo que te pueda servir: https://www.youtube.com/watch?v=wGiPtqznNwA
saludos
Me gustaria poder contarle mi historia ya q yo creia q simplemente es una locura algo q salia fuera de toda logica pero leyendo este articulo he comprendido q si es posible y x lo visto no soy la unica persona q se ha encontrado con algo asi.