La mayor parte del tiempo, los seres humanos, en nuestras relaciones, nos llenamos de expectativas. ¿Qué es una expectativa? Una expectativa es una suposición de un resultado esperado que puede realizarse o no. Mantenemos expectativas de otras personas y de uno mismo. Tenemos expectativas conscientes y también hay las menos conscientes. En, prácticamente, toda interacción, hay expectativas de mayor o menor grado y es poco fácil no tenerlas. Frente a las posibilidades más surge la decepción que la satisfacción. Entonces, podemos hacer varias cosas en relación a este tema. Podemos profundizar en como surgen las expectativas hasta lograr liberarnos de ellas, podemos aprender a dejar ir los impactos o resultados de las expectativas cuando se dan, podemos aceptarlas y restarles su valor o, podemos seguir dejando que nos manejen la vida, como lo hacen los miedos y tantas otros aspectos de nuestra humanidad. No es un tema sencillo ni es fácil de tratarlo pero, al menos, hay opciones de qué hacer con esto.
Un caso de expectativa personal que se me viene a mente este rato es la reacción que tuvo Roger Federer frente a su partido, en cuartos de final de Cincinnati, con Rafael Nadal. Fue un partidazo y Roger pudo haber ganado de lo apretado que fue, pero, perdió. Se notó inmediatamente su decepción, desde la manera de despedirse de Rafa hasta sus comentarios en la rueda de prensa. Esa reacción denotó que él estaba con la expectativa de ganar ese partido. Caso contrario, se hubiese sentido fresco sin tanto abatimiento. Esta era una expectativa consciente. Las inconscientes son la mayor cantidad de expectativas que hay y son las más difíciles de superar. Por ejemplo, conoces alguien que te atrae, te pide el número de teléfono y supones que te va a llamar. Esperas esa llamada algunos días hasta que dejas ir la expectativa y lo olvidas. Durante esos días que esperabas la llamada y no sucedió nada, posiblemente te rondaba la ansiedad. Por un lado te dices a ti mism@ que no esperabas nada, pero por otro lado, estabas esperando esa llamada, Te quieres autoconvencer de que no importa y, por dentro, te consume el «¿por qué no llama?» Esto ha pasado, en algún momento, a casi todos. La expectativa se genera porque pidieron el teléfono y asumimos que debe ser porque le interesa llamar. Esta expectativa es medio consciente y medio inconsciente. Hay otras situaciones como cuando regalas algo a una persona y esa persona hace algo totalmente fuera de tu rango de opciones con lo que le has dado y te sorprendes. Si no te sorprendieras es porque no había expectativa y si tienes alguna reacción, sea sorpresa, frustración, decepción o lo que sea, es porque había alguna expectativa de la que no eras consciente. Así que las expectativas nos rodean todo el tiempo y en toda forma. Liberarse de esto quizás implique aprender a tener una visión atemporal o trascendente de la vida. Si podemos vivir en la conciencia «divina», que es eterna y trasciende las limitaciones de la polaridad, podamos entonces deshacernos de las expectativas debido a que se vive en una paciencia abierta que permite comprender el camino de cada persona. Ahora, vivir en esa conciencia divina es más complicado que enfocarse en trabajar con las expectativas. No es que es imposible, solo que es el caramelo que está al final del viaje de l despertar de la conciencia y la manifestación del espíritu. Es, realmente, la meta a la que apuntar, aunque en esta vida se venga a trabajar apenas algunos aspectos.
El otro día asistí a un concierto de Chick Corea y Bela Fleck. Conozco su música pero no tenía idea de qué harían juntos. Imaginé que habría una banda porque no leí los detalles del concierto, solo vi sus nombres y, sin indagar más, compré la entrada. Al llegar al escenario solo vi un piano y otro asiento. Me seguía preguntando qué harían pues, además, no conocía de ningún trabajo juntos ni había escuchado nada de ellos últimamente. Cuando empezó el concierto quedé anonadada hasta el final. Fue sencillamente extraordinario. Estuve acogida por la sorpresa, la dicha, la alegría. Yo diría que fui sin expectativas y el resultado fue esa gran felicidad y entrega al momento presente. Llevaba conmigo un condicionamiento dado por el conocimiento que tenía de su música y estaba clara en eso pero no dejé que maneje el momento. Esto me llevó a considerar que una manera de no dejarse manipular por las expectativas es vivir el presente, ser espontáneos más a menudo o, mejor dicho, vivir espontáneamente porque, en la planificación, se genera muchísima expectativa. Es verdad que hay que planificar en los temas laborales y personales. Quizás eso de planificar la vida nos ha hecho crecer en expectativas.
Veo a mi sobrino de 3 años de edad, vive sin tanta complicación. Si tiene alguna expectativa es la del juego, porque es su naturaleza a esa edad, pero no vive bajo el reloj, planificando cada cosa, decepcionándose si no lo logra, exigiéndose estándares altos o bajos que son programados por los padres y las expectativas sociales. ¿Cuál es la consecuencia de eso? Vive más libre, vive el momento presente. Algo que vamos perdiendo conforme crecemos y nos sometemos a las demandas de los demás. ¿Es posible reprogramarse? Claro que sí, tiene su costo, pero es muy factible. Ahora que ha regresado «mi amada tórtola» al escenario, he podido notar algunos cambios en mí tras haberme enfocado en el tema de la paciencia, la tolerancia y sobre todo, este tema de las expectativas. No estoy en el nivel que me gustaría de total desprendimiento pero he notado que la angustia, aunque se presenta a ratos, no me gobierna como antes. Todo ha requerido un cambio de enfoque de mi parte. Cambiarlo ha tomado mucho tiempo porque solemos envolvernos en un estilo de interacción que se vuelve habitual y repetitiva. Romper eso enfocándome en mí y cómo esa interacción reflejaba mi lado oscuro ha sido fundamental. No se trata de él, se trata de este yo que ha caído en esta interacción y que ha generado una realidad que me sirve de espejo. Entonces, ese cambio de enfoque, ha servido para salir del círculo vicioso y para determinar los resultados del trabajo que vengo haciendo en mí. Uno que, obviamente, no sólo debo aplicar en una relación sino en todas. Es realmente agradable ir viendo los resultados así no cumplan con las «expectativas» auto-impuestas.
Entonces, ¿cómo contrarrestar las expectativas? Viviendo el presente sería el aspecto más importante. Vivirlo espontáneamente le seguiría. Prestar atención a nuestras suposiciones de los resultados y mantener la mente abierta son también factores determinantes. Es bastante trabajo, aún así, el resultado de llevarse a un@ mism@ por ese camino es más valioso todavía.
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Expectativa es algo que todo ser humano lo vive conciente o inconcientemente, pero al leer este contenido sobre el presente es mejor vivir de esa manera para no llegar a tanto estres..