Hay tanta gente en comunidades espirituales que hablan con mucha certeza sobre divinidad sin tener claro el concepto ni la experiencia de «divinidad». No solo eso, no nos damos cuenta que para comprender la divinidad necesitamos verla y experimentarla sin filtros. Para ver sin filtros necesitamos «purgarnos» de nuestro condicionamiento psicológico y social. Para lograr esto necesitamos trabajar internamente; para trabajar internamente necesitamos una disciplina de contemplación interior. Tanta gente cree q por haber iniciado una experiencia de despertar interior, todo lo q percibe viene del reino del alma o espíritu y NO es así. Si ni siquiera logramos conocernos de verdad, ¿cómo vamos a poder distinguir lo divino de lo humano sin trucos mentales? Podemos considerar que experiencias místicas que nos llevan a otras dimensiones de conciencia vienen de reinos superiores y esto nos puede pasar con o sin años de trabajo interior. Para cada persona el proceso es distinto. Sin embargo, el inconveniente no radica en tener experiencias extrasensoriales o experiencias místicas sino en la asimilación de las mismas en nuestra vida cotidiana. ¿Cuántas experiencias, con lo que creemos que es el alma, necesitamos antes de darnos cuenta que ese es su origen? ¿Qué proceso necesitamos realizar para distinguir cómo funciona nuestro pensamiento, cómo se han formado nuestras emociones y nuestras creencias? Si no somos capaces de investigarnos internamente, ¿cómo podemos reconocer qué somos? Es tan, pero tan fácil repetir lo que se escucha. Eso es lo que hacemos la mayoría: repetir. Pero, no sirve de nada repetir si no es algo de lo que somos conscientes. Hablar del divino masculino o divino femenino sin siquiera saber quién somos es una burla para uno mismo y para los demás. Creemos conocernos porque meditamos a veces y experimentamos unos momentos de silencio. ¿Es eso suficiente para desprendernos de décadas de condicionamiento? Qué fácil es auto-engañarse!! Y sí, es parte del proceso, por eso hay que reconocerlo lo antes posible para recuperar respeto y humildad hacia la esencia espiritual que nos tiene en esta experiencia humana. Esta es una oportunidad para encausarnos en un viaje de despertar que puede tomar muchas vidas. En esta era de acrecentada energía, tenemos una enorme oportunidad de avanzar en este camino. Pero empecemos por aprender a discernir. Hay grandes diferencias entre las necesidades egocéntricas humanas y las del alma. A la mayoría nos toma muchos años lograr un discernimiento claro para lograr una alineación con las fuerzas espirituales. Eso no llega por el uso de una varita mágica. Es karma, dharma y disciplina. Necesitamos caminar con la mente abierta y los pies sobre la tierra. La ilusión espiritual es tan fuerte y equivocada como la ilusión material.
Despertar requiere un proceso de conciencia experiencial. Te invito a escuchar este video que ahonda un poco más en el tema. Gracias por leer, mirar, comentar y compartir.