La meditación que realizamos el sábado 30 de noviembre sobre la desidentificación de la personalidad para encontrar la esencia espiritual tuvo un impacto muy profundo sobre mi. Si bien soy la que dirijo las meditaciones, generalmente, estoy abierta a lo que surja, internamente, y solo sigo el hilo del movimiento que nace del vacío o del silencio. Entonces, guío y soy guiada al mismo tiempo. Esta meditación, en particular, me sacudió mucho. Voy a narrar, lo mejor que pueda, el proceso que viví ya que, algo parecido, suele suceder a muchas personas que descubren nuevos niveles de conciencia a través de la meditación. Hay que tener paciencia y gentileza con uno mismo en el proceso para integrar las nuevas experiencias.
Por años he tenido la disyuntiva en el entendimiento de lo que es el espíritu y lo que es el alma. A pesar de haber leído muchas cosas sobre el tema no lo tenía claro. A pesar de estudiar el Taoísmo y entender, a cierto nivel, que es el vacío de donde nace todo el principio de creación y de donde nace la dualidad, parecía que me faltaba atar cabos para lograr una comprensión integral. Para tener algo claro no basta con leer y hacer una gala intelectual de conocimiento pues eso queda en el aire. Realmente, es necesario experimentarlo. No sé de qué, exactamente, depende que uno llegue al punto del entendimiento a nivel celular pero sí sé que, cuando se tiene la experiencia interna, todo lo que uno haya creído al respecto cambia y se amplía de tal forma que ya no se puede volver a sostener las mismas ideas que antes. He notado que siempre hay dos niveles de conciencia o dos seres que dirigen mi vida. El un ser es el Yo Superior y el otro es el yo inferior. El Yo Superior es ese ser sabio que me brinda información sensible y que ofrece claridad de percepción. El yo inferior es el que vive varios niveles de entendimiento hasta unirse con el Yo Superior y lograr una gran escalada en el nivel de conciencia global del ser. La mayor parte del tiempo quien se manifiesta cuando escribo es el Yo Superior a través del yo inferior y, este pequeño yo, va realizando su proceso para ir integrando la conciencia. Así he podido revisar muchos conceptos que tienen gran sentido y que son claros pero a los que el yo inferior todavía necesita alinearse para lograr la total integración. Hay una diferencia entre experiencia y vivencia en este proceso. La experiencia es el resultado de una o varias vivencias. La vivencia es, justamente, la circunstancia del momento que nos permite sumar para que la experiencia logre la integración de la conciencia.
Parece ser que cuando el yo inferior hace clic con el Yo Superior se cobra un nuevo nivel de visión de las cosas. Me he referido, continuamente, a la importancia de la alineación entre estos dos «seres» que también podríamos decir que son el Alma y el ego, el yo interior y el yo que se manifiesta en el mundo externo. Puede ser que haya más que estos dos seres que interactúan, al mismo tiempo, pero estoy consciente, por el momento, de esta dinámica. Entonces, algo sucedió en aquella meditación, que también la pasamos por la radio, en el programa Introspecciones Guiadas, que me sacó de mi zona de confort. El primer día sostuve la vivencia de la meditación pero sin entender su significado. Toda la semana pase inquieta, con ansiedad, sintiendo que algo había pasado pero no lograba poner el dedo en el tema específico. De pronto, tuve la necesidad del silencio. Quería dejar todo y recluirme en la naturaleza, en silencio. Una mañana salí a caminar hasta encontrar un lugar en que sentarme a contemplar la naturaleza. El paisaje era maravilloso y la neblina avanzaba cubriendo las montañas. Hice lo que pude por estar en el momento, sin mayor actividad mental, solo observando el movimiento de la neblina sobre el cañón. De pronto, en medio del llanto que surgía sin entender, sentí como una ola de sensaciones y percibí, con más claridad, lo que me estaba sucediendo.
Toda esta vida había rendido tributo a las vivencias místicas que había tenido y las había catalogado como experiencias espirituales, entendiendo que a eso era a lo que quería apuntar. He leído tanto sobre el tema espiritual que, realmente, en mi interior confundía los niveles de conciencia involucrados para llegar al espíritu. Pensé que las experiencias de almas eran experiencias espirituales que iban más allá de la dualidad. Siempre quedaban algunas piezas sueltas en todas estas concepciones y no parecían ser sustanciales como para desviar mi atención. Hoy en día, por ejemplo, se habla mucho de que todos somos uno pero nadie, realmente, lo ha integrado en sus vidas. Lo decimos, lo sabemos en alguna parte de nuestro ser, pero no tenemos la vivencia o conjunto de vivencias que nos den la experiencia suficiente como para vibrarlo a nivel atómico. He investigado el tema de almas gemelas, de flamas divinas, me he sumergido en lo que he creído que ha sido mi experiencia espiritual con este tema. Luego de este proceso, me di cuenta de algo que estaba siempre en mis narices pero que no lo veía con claridad. Esta realización de darme cuenta de que las almas son parte de la dualidad es, quizás, lo que más me ha golpeado. Es que es increíble, aún teniéndolo frente a mí, aún escribiendo sobre el tema y reconociendo las dimensiones, no había conectado algunos cables y no podía ver esta distinción entre espíritu y alma. Había confusión por la manera en que usamos las palabras al referirnos a temas espirituales. Usando el ejemplo que mencioné, de que todos somos uno y que no logramos integrarlo de verdad en nuestras vidas, me di cuenta de que no lo asimilaremos mientras nos identifiquemos con el mundo de la dualidad, aún si estamos a nivel del alma. El espíritu es el Uno, es la unión de toda la existencia. Es a este nivel que podemos entender y vivir, claramente, la noción de que todos somos uno y ese es el verdadero nivel espiritual. De ahí, de este Tao, de esta Una Sola Cosa, de este Uno Espiritual, nace la dualidad, que tiene varias dimensiones de conciencia y de manifestación. La primera dimensión es la dimensión álmica (término inventado relacionado al reino del alma). Esta dimensión álmica es muy sutil y nace en la dualidad. El espíritu empieza su manifestación, en la dualidad, a través del alma y el alma se manifiesta en la materia a través del ego y la individualidad. No es lo mismo el espíritu que el alma o el ego, pero, todas tienen la semilla de su gestación anterior que, al manifestarse en diferentes niveles de conciencia, tienen diferentes atributos y cualidades. Mientras más desciende a nivel de la materia más pierde la conexión con la esencia espiritual, al menos, para esta época de la existencia, pues, se entiende que, en otras épocas, el ser humano ha estado muy alineado con la esencia espiritual. Esto se puede revisar, en detalle, en el tema de las Yugas. Aquí una pequeña ilustración visual de esta idea.
Al entender esto desde una nueva luz, siento una devastación interior que nace como consecuencia de sentir que aquello a lo que di tanta importancia (la dimensión del alma), no es más que parte de otra capa de la ilusión. Viví creyendo que todas las experiencias místicas que he tenido eran de la dimensión espiritual más pura, pero han sido vivencias sumergidas en la dualidad del alma, así hayan tenido más cercanía a la dimensión espiritual pura. No ha sido más que la rotura de otra capa de ilusión de esta rueda del Samsara. Cuando este tipo de sacudones suceden es como si se desmoronara todo y ahora tengo que recogerme de los escombros para seguir caminando. Por eso, no hay que aferrarse a nada, porque cualquier momento nos damos cuenta de que ha sido falso y la estrellada contra el planeta es muy dura. La experiencias pueden haber sido muy certeras pero la forma de relacionarme con ellas no. Por otra parte, si no me hubiese arriesgado a escavar, en estas profundidades, tampoco hubiese logrado un nuevo nivel de entendimiento. Por un lado, me sobrecoge la forma en que se ataron los cabos y surgió la revelación. Por otro lado, me sobrecoge la devastación interior. Darme cuenta de que nunca bastó con leer, investigar, creer, entender desde el intelecto. Ni siquiera bastó con tener las experiencias místicas o de meditar desde hace 25 años. En este momento, de crisis interna, siento que nada tiene sentido y nada lo tendrá hasta que me vaya levantando como lo hace el ave fénix. La visión de todo cambió y, ahora, comprendo, con más claridad, el por qué de la ausencia del pensamiento en la práctica zen, ese estado de vacío que apoya la disciplina del zazen y tantas filosofías orientales. Y, este entendimiento, no es más que parte de otra capa que se recorre en el sendero de despertar interior. Ahora sé que espíritu y alma no pueden ser usados bajo el mismo concepto. La experiencia de ser todos Uno sólo se logra cuando el Yo Superior y el yo inferior dejan de existir y se funden con el fluir del «Todo». Mientras tanto es, apenas, un concepto que manejamos por necesidad y conveniencia.
Si deseas recibir notificación de próximas publicaciones, registra tu correo a continuación. En caso de que realices preguntas, recuerda aceptar la opción de enviar notificación cada que se publique un comentario. Así podrás nutrirte de los comentarios de los demás.
Joder, acabo de vivir esto mismo al darme cuenta de que mi alma tenía un plan para mi vida respaldado por un ego.
Menudo bajón….
La diferencia entre espíritu y alma aún cuando haya similitud hay diferencia, un espíritu puede ser un ángel o demonio u otros seres como los duendes, el alma en cambio es el hálito de vida, es lo que abandona el cuerpo cuando fallece, su apariencia es totalmente blanca y no puede definirse su genero. Las almas parten rápidamente a su nueva morada, que es lo que llamamos inframundo, que no es otra cosa que un sistema de cavernas profundas bajo tierra, no es otra dimensión como algunos erróneamente creen.
No pueden salir de ahí salvo algunas excepciones, a los que las leyes espirituales permiten salir durante algunas horas cada noche y cuyo tiempo varía, luego tienen que volverse a su lugar, solo sucede con almas condenadas que luego serán conducidas al infierno, (el infierno o lago de fuego es el núcleo central de la tierra) donde permanecerán algunos años y perecerán por completo dejando de existir; esta es la muerte segunda.
Es a lo que se le llama Fantasma, cuando son vistos es normalmente en la noche.
Las otras almas que allí moran mayoritariamente están reservadas para la reencarnación y otros para la resurrección que se dará cuando venga la renovación de la tierra, no su destrucción, y de esta manera ser tomados y así ascender al cielo.
No todos los que resuciten ascenderán al cielo, muchos volverán a tener una vida plena sobre la tierra y podrán vivir un tiempo más prolongado.
La expectativa de vida será mayor, pero no habrá inmortalidad, como creen algunas religiones, seguirá el mismo ciclo de vida y muerte. Los que suelen consultar a los muertos, cuando así sucede y logran contacto, en realidad no se están comunicando con los tales, aunque lo transmitido por el espíritu suele reflejar el sentir del fallecido, se trata de un demonio imitador, y en este tiempo también puede ser un ángel como también se daba en la antigüedad, lo que sí que por tratarse de un ángel, no por eso deja de ser en mayor o menor grado peligroso.
Los animales también tienen alma, se trata de un alma primitiva la cual reencarna de inmediato en otro animal, pero que contrario a las creencias de religiones orientales, como la indu, no puede reencarnar en ningún cuerpo humano.
El espíritu tiene en cambio la misma apariencia del ser humano, fué Jehová Dios quien dijo; hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Dios, Jesús, Satán, el Espíritu Santo, son personas como nosotros, y los ángeles, solo que también tienen alas de palomas, acomodadas y proporcionadas a su tamaño.
En el caso de satanás y los demonios, su apariencia cambio drásticamente no por el pecado sino por obra del poder de Dios, quien no quiso que mantuvieran su apariencia original.
Me interesa el tema gracias
el alma y el cuerpo son materiales y creados, el espiritu es eterno increado.
Siento ganas de compartir mi experiencia al respecto, pues también me llegó el día en que «me enfadé» con mi alma cuando descubrí que no era lo que yo creía. Intentaré resumir : entendí que sí, que el alma es tan sólo un aspecto superior de la totalidad de mi ser, que desde mi ego-yo inferior se percibía como aquella maravillosa intuición que me guiaba. Toda mi vida confiando en eso, hasta que algo hizo click y luego ploff. Porque sí, el alma guía, pero seguir su instinto nos conduce de una lección a otra, obviamente es una voz más sutil y «positiva» que el puro ego que sólo reacciona, pero… esto no significa que dejarse llevar por lo que yo nombraba alma sea La Verdad de las verdades espirituales. El alma lleva instalado el pack de experiencias posibles que te conducirán al aprendizaje, por eso te «guía» para que vayas por allí o allá, que hagas o sientas tal cosa, pero en ese camino te metes por supuesto en conflictos. Basta observar una determinada cadena de eventos de la propia vida para darse cuenta de que esa voz interna nos lleva a tremendas lecciones. No por ello hay que sentir rechazo, sólo comprender que el alma sabe justo lo que necesitamos concretamente y nos pone en situación de experimentarlo a través de nuestros pensamientos, emociones, deseos, impulsos…. Yo asociaba todo eso a la voz del corazón, mi yo-superior, y confiaba en mi alma intuitiva, hasta que mis átomos fueron informados de que esa percepción era ilusoria también, pero que aún puedo conectar con aspectos más elevados de mí misma. Por lo que después del batacazo, agradecí el aprendizaje integrado. Así que en esta nueva etapa me divierto preguntando ¿adónde es que me llevas alma por este sendero? qué querrás qué haga? y fluyo todo lo que puedo mientras observo las sincronicidades cotidianas como si estuviera descifrando el simbolismo metafórico de un sueño nocturno.
Querida Goy
Soy un meditador cristiano que trabajo con la WCCM (Word Christian Comunity Meditation) cuyo principal es la Monje Benedictino Laurence Freeman Te cuento estará tres día en el Ecuador, el 16, 17 y 18 de diciembre y realizaremos un retiro de meditación y silencio.
Nosotros repetimos un mantra en nuestro interior (en silencio y quietud) MARANATHA, que es la oración más antigua del cristianismo, que significa en arameo «VEN SEÑOR».
Repetimos la palabra suave y uniformemente, -la escuchamos en nuestro interior, más profundo que el pensamiento-. Entramos por la Gracia al lenguaje del silencio, al lenguaje del espíritu, al lenguaje de la comunión. El Maestro Eckhart decía que no hay nada más parecido a Dios que el silencio. Para concluir como parte de mi experiencia diría que todas las grandes tradiciones religiosas de la humanidad se funden cuando se entra al camino místico.
Alma y espíritu es una división que nos viene (a occidente) de las primeras traducciones judías del antiguo testamento al griego, que se hicieron para la Biblioteca de Alejandría (Tolomeo). El judaismo como el cristianismo son creencias orientales (que se occidentalizaron). Cuando se trato de insertarlas a la cultura griega, no existían palabras ni conceptos de un idioma a otro, había que adaptarlas y por ello se distorsionó creencias/vivencias religiosas, que han creado contradicciones muchas veces infundadas. Creería que la dualidad alma y espíritu no existe. El espíritu es el que uniifica la materia hacia el Creador y crea el equilibrio en el hombre. Recuérdese que somos seres espirituales que estamos viviendo una vida material.
La interiorizacion a través de la meditación, nos puede llevar por la Gracia a caminos de misticismo e iluminación (que no necesariamente son paranormales ni ese es el fin), nos inserta en un grado de espiritualidad que va más allá de conceptos y creencias.
Gracias Raul por tu comentario. Dime por favor,que certeza o experiencia directa has tenido mas alla de la investigacion historica q mencionas pues como comento, es una cosa tener el conocimiento que te da la investigacion o lectura y otra cosa es tu propia experiencia directa sin ser afectada por el condicionamiento y justo hay q apuntar a esa vivencia interna para obtener claridad en el tema. Si la has tenido compartela ,por favor. Gracias.
Hola Goy!
He vuelto a leer tu articulo con mas calma… y me di cuenta de que a nivel general, hay una gran confusion sobre si es lo mismo el alma y el espiritu, incluso yo misma no estaba clara. Siempre he pensado que para conectarte con el Todo, no es necesario haber leido, creido e investigado sobre el tema, en el momento indicado solo sucede…. y nada mas, sin esfuerzo alguno, es cuestion de fuir. Te comparto una vivencia de la cual he tomado consciencia en este momento: En medio de la naturaleza, en una meditacion, solicite que un ser de luz me guie, despues de un tiempo, senti que desde mi cabeza ingresaba una fuerza, como una luz que se deposito en mi corazon, se fundio conmigo, fuimos Uno, fue una sensacion impresionante y que nunca mas la he sentido, fue incleiblemente amorosa! y bella. Cuando termino la vivencia abri mis ojos y llore y llore de tanta emocion! Abrace a un companiero del camino… y me senti muy feliz muy muy feliz. Bueno… esto me sucedio y estoy intentando que nuevamente pueda conectar asi de esta manera. Sabes… para mi no importa mucho definir con quien me conecte, lo que valen… son las sensaciones incomparables que pude experimentar y lo bello y amoroso que fue.
Un abrazo
Silvana
Linda experiencia Silvana…. todas esas experiencias parecidas que me han sucedido a mi y que no les ponía una etiqueta, por así decir, pensé que eran temas del nivel espiritual pero, luego de esto que me sucedió, noté que son experiencias necesarias del alma para halar la intención del ego hacia el nivel más elevado. Comprendí que no se puede hablar del Espíritu, porque hablar de algo pertenece al reino de la dualidad y tiene una identificación. Es así que entendí que la esencia del Espíritu está mas allá de todas las experiencias del alma… así estén conectadas de alguna manera, para experimentar la esencia espiritual uno necesita dejar ir cualquier identidad con alma o ego….. gracias por tus comentarios.
Hola Goy!
Que chevere! siempre es muy enriquecedor leer tus articulos y tienes razon cuando dices, que el yo Superior te guia para escribirlos, porque realmente asi lo siento.
Sabes… el lunes anterior estuve contigo, en la Introspeccion guiada por primera vez y la verdad ha sido de mucha ayuda para mi, puesto que estoy retomando el camino de la luz. Excelente la manera sencilla como la diriges y la musica mmm muy apropiada me ha encantado, ademas de que tu voz tiene el timbre perfecto para conectar. Gracias! por tu trabajo y por compartirlo!
Un Abrazo muy fuerte!
Silvana