adolescente leyendoDesde pequeña recuerdo tener el deseo de encontrar un maestro o una maestra espiritual que me pueda guiar. No sé de dónde nació ese deseo, solo recuerdo, claramente, haberlo tenido. En el carente mundo occidental eso parecía poco probable. Necesitaba alguien que me pueda explicar algunas cosas que pasaban por mis pensamientos y, para los cuales, no tenía una explicación racional. En la adolescencia leí libros de Lobsang Rampa (El tercer Ojo), Carlos Castañeda y Las Enseñanzas de Don Juan Matus, Krishnamurti y La Madeja del Pensamiento y Lin Yutang con La Importancia de Vivir. Todos estos libros despertaron muchas más inquietudes. Sentía una identificación con muchos temas que planteaban, sabía que eran verdad, pero no tenía ni la más pálida idea de qué hacer para manifestar semejante sabiduría. Solo sabía que sus propuestas eran verdad. ¿Cómo podemos saber que algo es verdad y no saber cómo manifestarlo? Eso habla de la semilla de la sabiduría con la que todos nacemos, absolutamente todos. Lo que sucede es que algunos concentran su vida en cultivar el desarrollo de esa semilla y en alinearse con los dictados de su alma y otros escogen vivir empujados por la corriente. Cada ser humano, si bien nace con la semilla de la sabiduría, también nace bajo circunstancias que reflejan lo que necesita desarrollar en esa vida. Unos nacerán con más inteligencia que otros, otros con más sentido común, unos con habilidades para unas cosas y otros con habilidades para otras cosas. Unos tienen la posibilidad de desarrollar su potencial a través de una buena educación y otros no tanto. Unos nacen en medio de la pobreza total y tienen la fortaleza interna para crecer, desarrollarse, y llegar muy lejos. Otros no saben como salir de su medio. En otras palabras, hay de todo y cada quien está en su propio proceso, su propio camino y tiene su propia capacidad para llegar lo que más pueda avanzar en su desarrollo o quedarse estancado en medio camino. Nacemos con las herramientas y solo depende, de cada uno, qué decisiones toma en su vida con las respectivas consecuencias.

yoda lukeMi añoranza por un Maestro se acercó lo más posible cuando apareció el Maestro Yoda de la serie de la Guerra de las Galaxias. No es cuestión de que sea ficción o no, lo que vale es el contenido que, lastimosamente, pasa desapercibido para muchos. He visto el pasaje de las enseñanzas de Yoda a Luke, en el Imperio Contraataca, suficientes veces como para saberme de memoria el guión. Nuevamente, había una total identificación con sus enseñanzas. ¿De dónde puedo sentir esa verdad? No sé, pero ahí está y es el motor en mi vida. Mi deseo es avanzar lo suficiente para acercarme, lo más posible, a la integración de esa sabiduría en la forma de vivir. Se necesita realizar un trabajo diario lleno de descubrimientos, de superación de obstáculos, de enfrentamientos con las propias limitaciones. Es, simplemente, un viaje extraordinario.

maestro teodoroEn la década de mi veintena, apareció el Maestro sanador, cuando hice el Control Mental Silva y, luego, apareció nuevamente durante una sesión de Cromoterapia. Hasta ese momento, seguía sosteniendo que un «Maestro» nos guía diciéndonos lo que tenemos que hacer para encontrarnos con esa semilla y despertarla. ¿De dónde saqué esa idea? No sé si de algo que vi, algo que leí, o de vidas pasadas, pero así pensaba. Cuando este «Maestro» me dijo que no estaba ahí para decirme lo que tengo que hacer sino solo para guiarme, me dejó en el aire. No sabía cuál era la diferencia entre guiarme o decirme lo que tengo que hacer. Hacia finales de la veintena, Krishnamurti volvió a mi vida con sus cuestionamientos sobre las Gurus o Maestros Espirituales. Él plantea que no debemos depender de nadie sino de nosotros mismos. Necesitamos aprender de nosotros a través de la auto-observación y el cuestionamiento. Esto, también tenía mucha resonancia conmigo pero me sentía muy inútil como para hacerlo sola. Durante mi segunda etapa de estudios, en Berkeley, mis profesores se convirtieron en los mentores, sobre todo dos de ellas. Con una hice terapia y con la otra seguí innumerables cursos. Eso abrió camino a experiencias internas muy intensas. Su interés no era generar una dependencia sino brindar herramientas y crear un ambiente propicio para nuestro despertar. ¡Fue una bendición! Fueron 3 años de experiencias internas sumamente intensas y continuas que me sacudieron lo suficiente para alinearme más con la fuente espiritual. Siempre he sido sensible a las experiencias extraordinarias así que, cuando suceden, suelo creer totalmente en ellas. El último año de mis estudios, mientras asistía al CIIS en San Francisco, un día, en la cafetería, se sentó en la misma mesa una joven nueva al Instituto. Me preguntó qué opinaba del lugar. Al escuchar mi acento me preguntó de dónde era. Le comenté que era de Ecuador. Sorprendida me dijo que ella justo había regresado de Ecuador y que se había encontrado con un gran Maestro que bendijo sus metales y, bueno, habló maravillas de él. Yo no supe como reaccionar puesto que mi experiencia, en Ecuador, había sido nula. Ella me pidió mi teléfono para darme los datos de él. Yo le dí sin ningún interés ni expectativa así que lo olvidé. Jamás le mencioné a la chica mi fecha de regreso al país. Pasarían entre 6 y 8 meses y, un buen día, como unos días antes de mi regreso definitivo al país, había un mensaje de esta chica en mi contestadora con los datos de este «maestro». Una amiga mía estaba de visita y, como ella regresaba antes, decidió ir a ver a este «maestro» antes que yo.

oscuridad_luzRegresé al país en total desolación al dejar el grupo de apoyo de compañeros, amigos y profesores que marcaron el cambio más importante en mi sendero. En vista de que este «maestro» era acupunturista y se asemejaba a mis estudios, decidí ir. Poco a poco fui cayendo en el ambiente de sus discípulos, aunque siempre con la innata rebeldía que me caracterizaba cuando se trataba de someterme al mandato de otros. Sobre las experiencias con este hombre he escrito un libro entero titulado De la Oscuridad a la Luz. Así que concentraré las experiencias de 7 intensos años en las siguientes líneas. Ese grupo funcionaba como una secta sin que nos diéramos cuenta y, finalmente, comprobamos su capacidad manipuladora con el fin de sostener el poder y ser el eje del grupo. La mayoría que caímos en sus redes logramos separarnos. Fue devastador darnos cuenta de como funcionaba, su forma de embobarnos con enseñanzas incomprensibles que nos hacían pensar que estábamos lejísimos de la iluminación y que él sí lo estaba. Nos hizo creer que éramos especiales, se burlaba del Buda y nos hizo creer que el era un Maestro de Maestros que estaba, por poco, sentado a la mano derecha de Dios. Había, además, una manipulación económica en su entorno que, tarde o temprano, terminó por derribar su mundo espiritual ficticio. Tomó algunos años salir de este engaño espiritual, pero salimos. Debo decir que, de todas maneras, aprendí cosas muy valiosas e importantes con él.

duchaDurante esos años no dejaron de aparecer Maestros de Luz desencarnados. Tenían maneras muy particulares de estrellarme con información. Recuerdo, por ejemplo, una vez que estaba dictando un curso y, en medio de lo que decía, de pronto me encontré expresando cosas que, hasta a mí, me dejaron boquiabierta, a tal punto que tuve que sentarme un rato para anotar el mensaje que se había canalizado ese instante. Otra vez, recuerdo, me estaba duchando y, de pronto, como que caía sobre mí un chorro de información. Yo tuve que quedarme quieta un rato mientras recibía la información. Entonces, solían canalizar mensajes en momentos de total vacío interior o total concentración. Eso sirvió como base para muchos artículos que escribí para los programas radiales que conducía.

hermandad blancaDurante los años de estudio y mi regreso al Ecuador me comunicaba, intencionalmente, con estos seres de luz a través de la meditación. Buscaba entrar en silencio para esperar el contacto con ellos. La mayoría de veces lograba establecer el contacto y alguna experiencia surgía. Otras veces usaba el Tarot para comunicarme. Lo que puedo decir es que cuando había un contacto real, el tipo de energía que sentía era específico y diferente a cuando eran experiencias personales internas. Una manera de identificar su presencia era, justamente, por el tipo de información que me ofrecían que estaba más allá de mi propio conocimiento sobre algo. Creo que alrededor del último año que tuve estas experiencias aparecieron varios seres de luz, todos vestidos de blanco, ropa hasta el piso, como en una ciudad en las nubes. Todo era blanco y aparecían siempre alrededor de una gran pileta y atrás un edificio que parecía una biblioteca enorme. Todo era blanco. No me hablaba uno sino que recibía conocimiento abstracto canalizado telepáticamente. Un buen día, durante una meditación, me dijeron que ya no volverían a dialogar conmigo. No lo podía creer. Pensé que era mi imaginación pues, realmente, en estas experiencias internas, siempre era difícil tener la certeza de que esté sucediendo lo que experimentaba en relación a estos seres. Muchas veces pensé que era invento mío pero, tanta información que no había considerado antes, me hizo considerar que algo más debía estar sucediendo. Así que, ese momento simplemente no lo creí. Les preguntaba por qué habrían de dejarme si había sido un contacto tan fructífero. Me dijeron que estaba lista. ¿Lista para qué? A pesar de esta white brotherhoodcontacto yo me seguía sintiendo más perdida que pulga en perro de plástico. Definitivamente pensaba que necesitaba más guía, más ayuda. No les creí así que seguía en mi estilo de meditación que invitaba a estos contactos pero, no volvieron. Lo intenté varios meses y, realmente, no volvió a suceder nada extra-ordinario desde ese día. Ahí confirmé que me habían dicho, muy en serio, su último mensaje. Lo único que añadieron al verme desesperada es que no había ninguna diferencia entre depender de un maestro encarnado o uno desencarnado. Dependencia es dependencia y eso impide que yo, en este caso, pueda encontrar mi propia luz pues estaba dependiendo de recibirlo todo de ellos para luego canalizarlo a través de mi trabajo. Pasarían como 5 años o más antes de que pueda volver a meditar largos períodos como antes. Cuando me dejaron experimenté, por primera vez, la soledad. Los dos primeros años, cada que cerraba los ojos para meditar, al no sentir su presencia, sólo lloraba, así que dejé de hacerlo. Me tomó años procesar su mensaje de que la dependencia me impedía buscar la luz en mí. Tenían total y absoluta razón. Mi atención, a pesar de estar enfocada en las experiencias internas, estaba buscando la sabiduría fuera de mí pues la buscaba en «ellos». Su presencia fue fundamental en mi proceso. Ahora que veo hacia atrás y pienso en su concepto de que estaba lista, creo que se referían a que estaba lista para encontrarme con ellos a través de mi propia luz. No puedo atribuir a nada más por el momento.

meditacion natureTodos los años, después de su despedida, he tenido dificultad para sentarme a meditar por largos períodos. Todo cambio el día que murió Sai Baba. Como era mi costumbre, al menos una vez por semana dedicaba mayor tiempo a la meditación. De meditar y estar a solas por horas, eso bajo a minutos y, quizás, lo más largo que pude meditar después de esta separación sería 30 minutos. Ese día, sin saber lo acontecido, estaba meditando y noté que el tiempo se extendió a como una hora. No lo podía creer, supe que algo cambió en mi relación con el cosmos. Al siguiente día me enteré de la muerte de Sai Baba. Yo nunca he sido su seguidora pero la muerte de un ser como él sin lugar a dudas mueve mucha energía y, el bloqueo que tuve por años, se esfumó. Ya no busco el contacto con ellos como lo hacía antes aunque a ratos lo añoro. Esto me ha impulsado para que busque en mi, para entrar en el silencio, para que despierte la creatividad en el momento. Sigo sintiendo que estoy lejos de donde me gustaría llegar y, por eso, cada día lo tomo como una oportunidad para descubrir más, para despertar más, para alinearme más con la fuerza del espíritu. Algún momento podré asumir, con total responsabilidad, la energía de esa semilla de la sabiduría. Mientras tanto, seguir abonando para que crezca la fortaleza interior.

refugeLo que puedo decir después de haber compartido esta experiencia es que, en nuestro mundo, estamos muy carentes de contacto interior. Eso implica que sí vamos a necesitar ayuda de alguien que haya caminado y que entienda mejor este proceso. Pero, esa ayuda está bien considerarla al inicio y por un tiempo. Si hay algo que deseo hacer hincapié es que, si nos volvemos dependientes de agentes externos a nosotros, siempre estaremos buscando las respuestas en ellos y no en nosotros. Otra cosa es crear espacios de mutuo apoyo. En el Budismo, cuando se realiza una iniciación del Refugio, hay tres joyas que se deben atesorar y son: Buda, Dharma y Sangha. Esto se refiere a respetar al Buda (ser iluminado) y sus enseñanzas (dharma) y tener la Sangha (comunidad) para poder practicar y apoyarse en el estudio y la comprensión de las enseñanzas. Y sí, es necesario tener una comunidad, por más pequeña que sea, porque la energía que se genera en grupo es mucho más poderosa para la transformación que la energía personal. Lo que hay que comprender es que uno llega a su despertar por su propio mérito, por el descubrimiento que haga, en sí mismo, de la semilla de la sabiduría. Mientras estemos volcados a recibir las respuestas de agentes externos no podremos despertar esa semilla. La búsqueda inicia con el deseo de despertar la luz interior. El proceso que se abre después de este impulso inicial es todo un viaje de vida. Podremos lograr la realización de la luz interior y entender que estos seres de luz están en nosotros cuando despertemos a nuestra propia luz. Ellos no están fuera de nosotros sino adentro. Sino que aún al mirar adentro podemos estar enfocados en el entorno de la luz, no en su interior.

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7 comentarios
  1. Pienso que es un gran post. Felicidades y saludos.

  2. Hola Goy

    Gracias por compartir todas tus experiencias, son de gran ayuda. Te comento que cuando inicie mi camino espiritual, tuve una persona que me supo guiar y al principio claro que me senti sumamente dependiente, lo cual no era de mi agrado, pero con el tiempo me di cuenta de que podia ir descubriendo en mi interior por mi misma. Pienso que es preciso no aferrarse a nada ni nadie, solamente ir recopilando las cosas que nos sirven y deshechando las que no. Sin juzgar.

    Saludos cordiales,

    Silvana

  3. Hola Goy. Realmente volverse dependiente es muy fácil , sucede constantemente y en muchas otras situaciones, ya que es muy cómodo seguir lo establecido , en algún artículo ya nos comentaste algo acerca de la dependencia . Me gusta mucho tus artículos y después de leerlos siempre saco un buen provecho de ellos . Espero no ser dependiente de tus artículos y que algún día me digas que tengo que caminar sola. Gracias Goy.

    • Buena Celia, espero que la dependencia sea hasta que puedas caminar sola 🙂 Generalmente, en la vida siempre vamos a necesitar apoyo, ayuda, aún cuando ya estemos en el propio camino. La dependencia es más un estado de conciencia emocional. En un mundo de necesarias interacciones podemos mantenernos independientes y al mismo atentos de lo que los demás nos ofrecen sin aferrarnos. Espero que los artículos sigan nutriendo tus inquietudes para que encuentres respuestas en tu interior… Un abrazo

  4. Muy vallioso tu artículo Goy y muy necesario para quienes empiezan la búsqueda que es cuando más vulnerable estamos para caer en tantos shows espirituales que actualmente se ofertan. Caemos en conceptos pero con la etiqueta de «espirituales». Como civilización desamparada que somos volvemos a caer en la dependencia de alguien que nos diga qué hacer, que nos interprete, que nos dé haciendo, etc, etc, dando poder así a otros. Por eso pienso que es fundamental encontrar herramientas de crecimiento interno que sean liberadoras y que nos empoderen como lo que en verdad somos. Justamente escribí un artículo hace unos años sobre este tema, te lo comparto: http://www.elblogalternativo.com/2010/03/26/el-supermercado-espiritual-y-su-efecto-cenicienta/
    Un abrazo grande
    Susana

    • Muchas gracias Susana, espero que muchas personas lo lean y aprendan de tu artículo.
      Abrazo grande también

  5. Interesante tu experiencia.
    Un abrazo

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