Aceptando la Sombra

La meditación del sábado estuvo particularmente dolorosa. Haciendo un seguimiento del tema de los espejos, pareció buen momento para trabajar con la sombra. Carl Gustav Jung definió a la sombra como «el aspecto inconsciente de la personalidad, caracterizado por rasgos y actitudes que el Yo consciente no reconoce como propios.» Continúa su explicación sobre esto al decir que «la Sombra es la parte inferior de la personalidad, la suma de todas las disposiciones psíquicas personales y colectivas que no son asumidas por la conciencia por su incompatibilidad con la personalidad que predomina en nuestra psique. Estos contenidos rechazados no desaparecen, y cuando cobran cierta autonomía se constituyen en un agente antagonista del yo, que mina los esfuerzos de éste. Por otra parte, en la conciencia también se produce en ocasiones una sensación de desequilibrio, producida por la añoranza de aquello que no aceptamos o no sabemos encontrar en nosotros mismos: de ahí el carácter marcadamente ambivalente de lo inconsciente, que según los casos puede actuar tanto como recuerdo antagónico, que pone de manifiesto las carencias del yo consciente como en alivio compensatorio de esta misma insuficiencia.»

Durante el trabajo interior que realizamos invité a que noten con qué persona les gusta más pasar el tiempo y por qué. Luego observamos quién surgía al pensar en la persona que más miedo nos genera y sus motivos. De ahí contemplamos a la persona que más amamos y, finalmente, observamos quién aparecía como la persona a la que más rechazamos o detestamos. Obviamente, el dolor surgió al observar lo que sucedía con el miedo y el rechazo. Para las personas presentes resultó ser la misma persona la que generaba miedo y rechazo. Una de ellas negó, completamente, la posibilidad de ver en la otra persona su sombra. Y es que esto no es para nada fácil ni agradable. Si consideramos que, en la sombra, se guardan los aspectos no integrados y no aceptados de nuestro ser, es evidente que tendremos problemas con el asunto. La persona que nos genera este rechazo o miedo puede estar haciendo todo sin principios claros ni tener valores asimilados pero, el hecho de que sea parte de nuestra vida y nos moleste, también habla de nosotros pues por algo está en nuestro camino. Cuando hacíamos el ejercicio me quebré en un llanto doloroso al observar los motivos por los que este personaje, que se presentó, me revuelve tanto. He rechazado tanto cualquier vínculo personal con él porque he permitido que sea un tirano emocional conmigo, me ha rechazado en todas las formas posibles, me he sentido totalmente abandonada y, sobre todo, frustrada por su falta de reconocimiento de mí como un alma con la que ha compartido muchísimas vidas. Me ha generado un dolor incalculable como persona pero, la conexión que hay como almas ha sido todo lo contrario y, por eso, sigo viviendo una encrucijada en esta relación. Al verlo como mi sombra, al aceptar que sí se conecta con lo que no he procesado de mi lado oscuro, para comenzar, se vuelve algo muy difícil de aceptar, pero también estoy permitiendo que me dé pautas de lo que necesito trabajar en mí.

Por años no he aceptado que él pueda ser mi sombra porque he trabajado internamente, por décadas, con el afán de salir de mi propia ilusión, con el afán de encontrarme y de conectarme con la fuente espiritual de mi existencia. Él, por su parte, ha vivido en total oscuridad, desconectado de su esencia, enchufado a sentimientos y pensamientos sin darse cuenta que no es ni lo que piensa ni lo que siente. Sentir y pensar son parte de la experiencia humana y la mayoría nos identificamos con esto y lo asumimos como nuestra identidad o personalidad pero, como lo he mencionado antes, son solo herramientas para trabajar con nuestro condicionamiento y romperlo hasta ser libres de esto y encontrarnos con nuestra esencia primordial. Él tiene tanto temor de verse internamente que prefiere cultivar todo por la superficie creyendo que lo que piensa y siente nace de la profundidad de su ser, la misma que, por su historia, está totalmente bloqueada. Entonces, para mi ha resultado imposible verme reflejada en él. Es lo más opuesto a mi camino, lo más opuesto al nivel de conexión interna que he logrado y, aunque hay muchas cosas que nos reúnen, en los aspectos personales estamos en los extremos. Solo con sentir la inmensa diferencia entre los dos, internamente, me hace pensar que él no puede reflejarme nada pero eso es caer en la arrogancia y el materialismo espiritual. Finalmente, si es tan opuesto a mi no puede ser sino mi ineludible sombra. Así que decidí trabajar con estos aspectos que han estado presentes desde el inicio sino que, durante la meditación, se hicieron mucho más claros. Primero, el aspecto de tirano, que es como le he percibido, me lleva a aceptar la tirana en mí. Evidentemente que él así se ha comportado conmigo porque yo le genero el deseo de ser así conmigo y  he reaccionado, con frecuencia, de la misma manera con él. Los dos respondemos a una vibración llena de historia de vidas gobernadas por egos que han provocado muchas heridas que necesitan ser sanadas  y también respondemos a la fuerza del alma que nos conecta desde la creación misma. Hasta pulir el diamante en bruto en cada uno, estamos apoyándonos al reflejarnos nuestra oscuridad pues para unirnos en la luz tenemos que vibrar a ese nivel. Así que, a pesar de todo lo que quisiera hacer para sacarlo de mi vida, mientras siga siendo mi maestro, enseñándome todas las manchas de oscuridad que me quedan, seguirá afectándome con fuerza aunque no estemos siquiera en contacto. Es interesante y espero explicar claramente un punto sobre esto. A menudo creemos que lo mejor es sacar de nuestra vida a cualquier persona que nos hace daño. Esto es cierto y saludable, dependiendo la fuerza y la profundidad de la conexión. Mientras menos trascendente es la conexión diría que es lo mejor. Pero, si la conexión es sumamente intensa, profunda y fuerte, es por algo más. Yo tengo una dicotomía total con lo que me pasa con esta persona. Por un lado, está la conexión espiritual que es impresionante y, por otro lado, está toda la dificultad y dolor que genera a nivel personal. Si me quedo en ver esto a nivel personal estoy perdiendo la posibilidad de aprender lo que me está queriendo enseñar para que yo llegue a mi propia luz. Para esto es bueno recordar que trabajando la oscuridad es como surge la luz y él me está dando esta posibilidad. Él jamás reconocerá esto como el acto de amor más grande, primero, porque está convencido de que no es así y después porque la relación también es muy difícil para él y no ha logrado entender los motivos. Podría preguntar: ¿Cómo puede haber amor en actos tan tiranos? El amor radica en saber el valor de la luz y, por ende, invita a trabajar la oscuridad para poder avanzar al nivel de la luz. El trabajo que hace conmigo es desde el nivel espiritual por medio del nivel personal y esto es lo que lo vuelve confuso. Si no hubiese tenido el contacto con su alma, no podría entenderlo de esta manera y hace rato que todo hubiese terminado pero así se ha dado con él y no es para nada irrelevante. Hay un punto en que se trasciende la polaridad de luz y oscuridad, pero para llegar a ese punto hay que convertir las manchas de oscuridad en luz y luego se puede experimentar la trascendencia. No estoy especulando con esto, lo he vivido en algunos momentos. Por eso es que me permito reconocer el dolor que me genera su presencia como la posibilidad de trabajar en mis manchas de oscuridad. Conozco su alma y su intención desde ahí, he sentido su profundo amor como alma, aunque a nivel personal más parece todo lo contrario. ¿Por qué esta conexión es diferente de otras? Porque me hace trabajar a profundidad, no en la superficie. Porque su efecto topa muy adentro. El miedo que me genera me obliga a ir al miedo más profundo en mí. Y así mismo su alma me enseñó el camino en donde ya no hay miedo. Él está tan lejos de su alma que no podrá reconocer el contacto de alma a alma que hay entre los dos mientras permanezca un extraño para sí mismo.

Entonces, en vez de ver al tirano en él, lo voy a ver en mí. En vez de tenerle miedo a él, voy a trabajar en ya no tenerme miedo a mí misma y aceptar lo que soy en los diferentes niveles de mi ser. En vez de vivir frustrada por lo que él no se acuerda de mí, voy a recordar más a menudo lo que somos en alma y sostener mi atención en esa dimensión con más fuerza. En vez de sentir su rechazo y dejar que afecte tanto mi ego, voy a recordar la unidad que nos conecta en esencia. En el camino para sostenerme en esa dimensión espiritual, tendré que liberarme de la pesadez del dolor. Este dolor es solo el reflejo de todo lo que falta trabajar las manchas de oscuridad. Es importante no correr de la oscuridad. Tampoco se trata de rechazarla. Más bien hay que integrarla en la luz y ese es el trabajo de pulir el diamante en bruto o de transformar las manchas oscuras en nuestra psique hasta que sean abrazadas por la luz.  Él es mi gran maestro y así como me señala todas mis manchas, me ha permitido comprender y experimentar el amor incondicional, algo en que me encantaría permanecer pero, mientras no termine de llevar la luz a todos los rincones oscuros de mi ser, solo experimentaré momentos de este impresionante estado de amor. Su división es la mía, su oscuridad es la mía y, a pesar de que no puedo caminar por él, puedo lograr mi propia integración para convertirme en el faro de luz más brillante y silencioso en su vida y en la mía propia.

Hay otro ejemplo que puedo utilizar sobre cómo funciona el tema de la sombra. En la película: El Imperio Contraataca de la Guerra de las Galaxias hay una escena clarísima de esto. Luke llega al Sistema Dagobah para entrenarse con el Maestro Yoda. Un momento durante el entrenamiento Luke le dice a Yoda que siente un frío que viene de una cueva y Yoda le dice que él tiene que ir allá. Luke se pone sus armas encima y va para allá a pesar de que Yoda le dijo que no las necesitaría. Luke le preguntó a Yoda qué había ahí y Yoda le dijo: solo lo que lleves contigo. Entonces Luke fue a la cueva e ingresó en ella. Al poco tiempo vio a Darth Vader caminar hacia él con su espada láser. Luke se sorprendió y sacó la suya, peleó con él y, finalmente, le cortó la cabeza. Cuando cayó se deshizo la máscara de Vader yLuke vio su propia cara tras la máscara de Vader. Reaccionó con total asombro. Ahí reflejaba su mayor miedo de convertirse al lado oscuro y Vader representaba ese miedo. Vader era su sombra.

Por eso es importante darnos el tiempo para reconocer lo que más tememos y lo que más repudiamos, porque nos señala los aspectos no integrados en nuestro ser que necesitan ser trabajados para elevarnos a su vibración superior. El camino recorrido jamás se olvida pues contribuye al campo morfogenético para fortalecer el proceso de transformación personal y colectiva. Por eso, no rechaces ni niegues la oscuridad, más bien trabaja con ella para integrarla en la luz. Solo vibrando en la luz nos sentiremos completos y de regreso en casa.

Comparte el artículo con personas que les pueda interesar. Si deseas recibir una notificación del próximo ingreso, registra tu correo a continuación.

Aqui el resumen claro de la sombra de Luke y cómo lo enfrentó hasta llegar a ver el bien en Vader.