Las ideas sobre el «ego» se han vuelto muy comunes en la comunicación del mundo occidental. La mayor parte de gente asocia el ego con actos de egoismo que pueden ir desde pensar en sí mismo hasta hacer daño a los demás con tal de obtener su satisfacción. Con frecuencia se concibe al ego como un lado oscuro relativamente indomable del ser humano. Sigmund Freud, el padre de la psicología occidental desarrolló, como conceptos básicos del psicoanálisis, el Id, Ego y Superego (originalmente en alemán: das Es, das Ich und das Über-Ich) o también traducidos como «Ello, yo y superyó» con lo que Freud, como se explica en Wikipedia «intentó explicar el funcionamiento psíquico humano, postulando la existencia de un «aparato psíquico» que tiene una estructura particular. Sostuvo que este aparato está dividido, a grandes rasgos, en tres instancias: el ello, el yo y el superyó, que sin embargo comparten funciones y no se encuentran separadas físicamente. A su vez, gran parte de los contenidos y mecanismos psíquicos que operan en cada una de estas entidades son inconscientes.» El postulado de Freud, a su vez, es consecuencia del desarrollo del pensamiento occidental que retrocede, en tiempo, al famoso «Cogito, ergo sum» (pienso, luego existo) de René Descartes, encontrado en su «Discurso del Método» (1637). Igualmente, el pensamiento de Descartes se vio influido por antecesores como Gómez Pereira (1554) y así vamos retrocediendo hasta la época de Agustín de Hipona (San Agustín 354-430) quien sostuve que la mente, mientras que duda, es consciente de sí misma y pronunció la misma frase que Descartes utilizaría después. Gómez Pereria uso algo similar diciendo: «Conozco que yo conozco algo. Todo lo que conoce es; luego yo soy, (Nosco me aliquid noscere: at quidquid noscit, est: ergo ego sum)». El peso de este principio: «Cogito, ergo sum», ha recaído sobre la mente racional. El eje de la mente racional es el ego que genera la identificación con un yo individual y separado de los demás.
Al igual que podemos rastrear la filosofía de Descartes hasta San Agustín y, probablemente, antes, lo que comparto aquí también es consecuencia de una influencia filosófica entre estudios, lecturas, vivencias y análisis del proceso interno. Por ende, ofrezco una visión más del ego, enfocado esta vez, como herramienta para el despertar del alma. He observado al ego como el motor de la personalidad cuyas herramientas para la manifestación son: el pensamiento racional, el sentimiento o las emociones y el cuerpo físico. Este ego, puede ser percibido como una parte de nuestra existencia fractal. Por fractal me refiero a una estructura básica, fragmentada o irregular, que se repite a diferentes escalas. Digamos que el ego es una representación fractal del alma y que vibra a niveles más lentos, densos y bajos. El alma es un fractal del espíritu y el espíritu un fractal del origen de la creación basado en el pensamiento occidental. Hago hincapié en esto del pensamiento occidental porque el pensamiento oriental es totalmente diferente. Por ejemplo, para el budismo no existe cosas como alma o espíritu sino la conciencia. En las Analectas de Confucio, por ejemplo, no existe este concepto occidental del «yo». Para los orientales la mente y el corazón son una y la misma cosa. En la medicina china el «espíritu» se relaciona con los órganos yin o principales en sus diferentes manifestaciones, por ejemplo, la mente (shen) del corazón, el alma eterea (hun) del hígado, el alma corporal (po) de los pulmones, el intelecto (yi) del bazo y la fuerza de voluntad (zhi) de los riñones. Giovanni Maciocia explica en su libro The Psyche in Chinese Medicine que «el espíritu y el cuerpo no son mas que dos estados diferentes de condensación de Qi. Tanto el espíritu como la materia son manifestaciones de Qi, siendo el espíritu la forma más enrarecida. El alma corporal (po) es el alma física responsable por todos los procesos fisiológicos… cuando el Qi se dispersa es el espíritu, cuando se condensa es la materia.»
El pensamiento de una cultura influye directamente en su comportamiento y en su relación con la vida. Leí una historia de cuando sucedió lo de Fukushima que refleja esta forma oriental tan diferente de pensar y actuar. Como no había señal de celulares las personas solo podían llamar por cabinas telefónicas. Todo el mundo hizo cola para poder llamar y esperaban su turno. Considerando a los demás, solo hacían una llamada corta y luego volvían hacer cola para hacer una siguiente llamada y así permitir que todos tengan una oportunidad de llamar sin colgarse al teléfono. Nosotros, en occidente, hemos creado sociedades más egocéntricas que nos han fomentado la vida individual opacando el principio comunitario. Entonces, desde esta perspectiva occidental en la que estamos sumidos la mayoría de nosotros consideremos esta función del ego. Aportaré con lo que he descubierto hasta el momento. A través de la auto-observación, sumando los estudios psicológicos, lecturas y experiencias, he podido distinguir entre una presencia interna llena de sabiduría, silenciosa, libre, sin límites ni limitaciones, sin cuerpo. Es como un aliento que está presente en un lugar muy interno, seguramente una parte de la conciencia. Antes de dedicarme al trabajo interior esta presencia no era tan clara, sentía un algo pero no lo podía identificar como una presencia interna sabia. Al cerrar los ojos y notarme internamente también aparece la actividad del pensamiento, las sensaciones físicas, las emociones y sentimientos. Estos últimos no parecen tener una relación directa con la primera, hay diferencia, hay una especie de separación, pero están sostenidas en un mismo contenedor sin que la primera se vea limitada por el contenedor, mientras que la segunda se ve totalmente limitado por ese contenedor. Existe un deseo para que ese ser sutil, ese aliento sabio sea quien se manifieste todo el tiempo pero no es factible. Esta otra parte apegada a la materia tiene un nivel de vibración que no resuena con ese ser sabio que está ahí adentro. De ahora en adelante me referiré al ser material con su cuerpo, pensamiento y sentimiento como «ego», y al ser sutil sabio como «alma». Lo que he observado es que la potenciación del ego es un gran impedimento para la manifestación de aspectos altruistas y nobles porque está queriendo satisfacerse a si mismo todo el tiempo y ese impulso lo lleva a crear experiencias ego-centradas a costa de lo que sea, sin medir consecuencias ni efectos sobre todo lo que le rodea. El ego es el protagonista de la vida manifestada y nosotros nos identificamos con ese ego como el yo que somos. Ahí está el mayor error: identificarse con el ego y su personalidad como el ser que se es. En realidad, si usáramos al ego como un medio, una herramienta o un instrumento para nuestro despertar, otro sería el cantar. El ego nos señala en dónde necesitamos trabajar, aquello que necesitamos pulir sino que al identificarnos con el mismo como el yo, adquiere una fuerza impresionante que genera una falta de armonía a escala mundial. El ego se deleita en el poder, en sentirse superior, mejor, más importante que los demás. Cuando se hace presente tenemos algunas opciones: 1) darle rienda suelta y satisfacerlo, 2) prestar atención a su señal y cuestionar el origen del impulso o el deseo, 3) reconocer su intención y domarlo, especialmente si afecta a otros, 4) no hacerle caso e irlo apagando, 5) usarlo como medio de crecimiento y despertar. Mientras tengamos un cuerpo necesitamos la mente racional, necesitamos sentir porque eso nos permite tener interacción con el mundo y la vida. Lo que sucede en nosotros puede considerarse como un indicador de la relación con uno mismo y la relación con el Universo. Además, nos muestra las áreas en las que flaqueamos y que necesitan fortalecerse.
Solo puedo especular sobre por qué funcionamos de esta manera y qué significado tiene en el contexto universal. Para esto me guiaré por la búsqueda natural, el impulso de la genética o de la memoria guardada en el código genético con el que nacemos. Si bien hay humanos en todos los posibles niveles de conciencia, la semilla que está sembrada en todos es la búsqueda de la felicidad y el amor, ¿de acuerdo? Tenemos innumerables conceptos tanto sobre lo que es la felicidad como lo que es el amor. Con frecuencia fracasamos en entender en qué radica la verdadera felicidad o el verdadero amor porque estamos envueltos en la conciencia del ego que vibra en el nivel más bajo de la materia. No lo asumimos como una herramienta sino que, a menudo, creemos que es la última expresión de la verdad de la vida. ¿Qué sucedería si lo reconocemos como la expresión menos relevante de una verdad trascendente y todo abarcadora? El ego es apenas una pequeña expresión de un diminuto enfoque y, en vista de que nos identificamos con el ego como la verdad de lo que somos, nos vemos totalmente limitados en nuestro potencial. El verdadero valor del ego es que, para llegar a estratos superiores que anhelamos, consciente o inconscientemente, necesitamos superarlo o ponerlo en su puesto. Es tan fuerte y nos gobierna con tanta manipulación que, realmente, necesitamos desarrollar fuerza de voluntad, disciplina, y todas las prácticas introspectivas que el mundo moderno no ha considerado lo suficientemente valiosas como para darles el protagonismo que merecen. Si no tuviéramos el ego, no tendríamos el estímulo para despertar estas otras cualidades de vibración superior. Parecería que es otro aspecto del dualismo en que nos encontramos. Lo podemos notar en la inhalación y la exhalación, el día y la noche, lo masculino y lo femenino. En este caso sería ego y alma. Para reconocer el día necesitamos la noche. Igual sería con el ego, lo necesitamos para despertar el alma. Lo más fácil es quedarse enganchados en las necesidades del ego, su mundo ilusorio, basado en el miedo de la separación. Para escalar a vibraciones superiores necesitamos enfrentarnos con esta identidad gobernada por el ego. Al trabajar con los aspectos del ego vamos, inevitablemente, escalando en vibración. Así vamos preparando nuestro cuerpo, mente y estado emocional a vibrar en nuevas dimensiones. Si no hay preparación, no se puede emanar otro nivel de conciencia. Lo que nos queda es hacer lo mejor que podamos con lo que disponemos en cada momento. No perdamos oportunidades para mejorar nuestra resonancia con la conciencia superior.
¿Cómo hacerlo? Empieza con la auto-observación, la auto-honestidad. Luego, las posibilidades y las exigencias van aumentando. En la medida que vas abirendo tu mente, irás encontrando nuevas realidades, nuevas formas de entender la existencia. Pasarás por etapas en las que romperás tu sentido de identidad en mil pedazos y surgirás como el ave fénix. ¡La aventura de irte descubriendo no tiene precio! Solo si te enfrentas encontrarás que el ego es solo un medio, no el fin.
Gracias por terminar de leer el artículo. Espero haya contribuido para abrir nuevas opciones en tu mente. Puedes dejar tu comentario a continuación y si puedes apóyanos compartiendo los mensajes del blog. Si deseas recibir notificación de próximas publicaciones deja tu correo en el espacio de suscripción. Gracias
Hola quisiera su opinion sobre»el Ego es incompatible con el Amor» por lo q lei en su articulo viene a ser la dualidad con el alma algo asi como lo bueno lo malo, la luz la oscuridad.
Yo tenia entendido que era una dualidad con el Espiritu ya q con este venimos al mundo y el Ego es lo q vamos interiorizando con el tiempo.
Saludos
Javier
Hola Javier, el ego es una herramienta de la tercera dimensión (es en la que vivimos) que, dependiendo el enfoque que le demos, o nos identificamos con el ego y creemos que eso somos, o permitimos que el ego nos refleje aquellas cosas que necesitamos pulir para recordar que somos espiritu. Si es incompatible o no con el amor también depende del tipo de amor al que te refieras. La experiencia de amor va desde lo más pequeño a lo más grande. El amor que conocemos la mayoría es el amor que el ego conoce, pero no es el amor incondicional ni el que se alinea con las dimensiones espirituales. Espero esto aclare algo más de tu inquietud. saludos
M gusto lo ke esplica sobre el ego m gustaria saber mas para aumentar mi conosimiento gracias
Hugo, le invito a leer los otros artículos del blog, encontrará más información que le puede servir. saludos
Excelente, un muy mensaje el que nos has dado. A ponerlo en práctica, gracias Goy!
No tengo comentarios en el momento, sólo se que este artículo me llega en el momento más oportuno.
Siempre tuve ciertos problemas para entender lo que es el EGO, hoy se me aclaró el panorama, gracias por compartir este valioso documento.
Se me había dicho que el Ego era una especie de basura de nuestro pensamiento, una especie de personalidad aparente e irreal, nociva; poseedor de las características del propio diablo. Sin embargo siempre sostuve que si lo seres humanos lo tenemos es por algo, sin saber exactamente que era ese algo; creía que el Ego te ayudaba a lograr alunas cosas materiales y a esto lo llame Ego positivo. hoy al leer y releer tu articulo, comprendo que no estaba del todo equivocado, pero me queda claro ahora el papel que juega el Ego en nuestra vida, a saber: cultivar nuestra mejor versión. No soy especialista en el tema, mucho me interesaría leer un comentario sobre mi apreciación. gracias
Gracias Alberto por tu comentario. Lo mejor que puedes hacer es encontrarte con tu propio ego para que lo conozcas y tengas una apreciación directa de lo que es. Lo que otros decimos puede servir como referencia no más, no hay nada como tener tu propia experiencia del mismo y en el artículo doy algunas pautas para hacerlo. Igualmente, ofrecemos las introspecciones guiadas todos los lunes a las 21h00 y en el blog puedes ver el detalle de Introspecciones que estan disponibles con una donación mínima de 5,00. Haciendo todo tipo de ejercicio interno podrás encontrarte con el mismo. Este es el link del portafolio de títulos de Introspecciones: https://goypaz.com/portfolio/introspecciones-guiadas-2/
Hola, me a gustado mucho su artículo. Después de varias experiencias muy fuertes en estos últimos años concuerdo plenamente con lo que Usted escribe, y me a aclarado ciertos puntos que no entendía.
Excelente, siga adelante en su Blog y adjunto mi mail, para tener axceso a más información.
Gracias.
Excelente artículo! aclara de una manera sencilla y está bien documentado. Gracias!
Hola Goy!
Muy interesante tu artículo, sabes… hace unos años notaba que la mayoría de personas no podía identificar claramente lo que es el ego y para mi era un gran misterio saber su comportamiento y para que sirve. Escuchaba decir generalmente que es negativo y me preguntaba si esto era correcto, tenía una sensación de que no debía ser tan malo. Ultimamente he escuchado conceptos de Alejandro Jodorowsky sobre el ego el mismo que dice: ( mas o menos lo que yo entendi) El ego no es malo, no hay que dominarlo ni vencerlo, puede ser muy positivo si negociamos con el. Me puedes decir que opinas al respecto? Gracias por tu respuesta.
Saludos!
Hola Silvana, concuerdo en que el ego no necesariamente es malo si entendemos que no somos el ego, que es parte de la experiecia humana y que tiene un proposito. Negociar con el ego es una forma de someterlo y no darle el protagonismo. Considero que es positivo porque es el medio para que surja la luz. Las estrellas brillan mejor con el cielo oscuro «de fondo». Si esa oscuridad no estaria de fondo sino encima, jamas vieramos un cielo estrellado. Igual con el ego. Si esta de fondo para apoyar la luz interna sirve su mejor proposito, pero si nos tapa con nuestra identificacion con el mismo como identidad de lo que somos, jamas veremos nuestra verdadera luz.
La TEOSOFIA, o Sabiduría Antigua, presenta esta temàtica de quienes somos en esencia y cuáles son las «herramientas» para llegar a esa esencia, de una manera amplia a través de los aportes de autores como HELENA PETROVNA BLAVATSKY ( co-fundadora de la SOCIEDAD TEOSOFICA), ANNIE BESANT, C.W. LEADBEATER, J. KRISHNAMURTI, y muchos otros investigadores, que nos dieron la posibilidad de acceder al conocimiento de la constitución del hombre y del universo presentado desde muy antiguo. Obras como LA VOZ DEL SILENCIO; LA DOCTRINA SECRETA; LA CLAVE DE LA TEOSOFIA; LUZ EN EL SENDERO; A LOS PIES DEL MAESTRO; ESTUDIO SOBRE LA CONCIENCIA; LAS CARTAS DE LOS MAHATMAS; EL HOMBRE, DIOS Y EL UNIVERSO; LA CIENCIA DE LA YOGA; LA REALIDAD PRIMARIA; LA RENOVACION DE SI MISMO; entre otras muchas, nos brindan la posibilidad de interiorizarnos en estos temas, y lo más importante a mi entender, nos marcan el camino y las pautas para realizar o vivenciar la teoría, que es un medio y no el fin, en el camino de REGRESO o camino «espiritual». Muy interesante el artìculo, gracias.
Muy bueno!!!!!!!!!
Leer estos conocimientos, lo primero que me sucede es que comienzo a cambiar las cosas de lugar y a cuestionarme.
Muchas gracias y mucha luz para vos.
Gracias! Goy estoy mas clara en los conceptos.