A inicios de los años 90 estuve en un accidente aéreo. Era un vuelo de American Airlines que viajaba de Miami a San Francisco. A los 20 minutos de vuelo entró en una turbulencia tan terrible que gente salió volando y, por emergencia, tuvimos que regresar a Miami. Nunca había estado en algo tan horrible. Antes de eso no tenía problemas en volar y las pequeñas turbulencias no representaban nada grave. Pero, desde ese entonces, cada que vuelo me entra una angustia desde días antes. Al menos unos 3 días anteriores al vuelo me pongo algo fatalista, pienso en la muerte, me pongo muy sensible, tensa y está claro que es consecuencia de aquella experiencia. Por más que tengo claro el origen, muchas veces surge este estado de forma automática. Tengo que hacer un proceso de rendición y de confianza para dejar ir esta horrible sensación. Esta vez hasta pensé en un testamento de los libros y cd’s que tengo que sería lo de mayor valor entre mis pertenencias. La vida en este personaje que soy ahora no es para siempre, pero como que todavía no deseo irme así que mejor pulir este estadito desagradable y rendirme al interior, al mundo del alma. Sentí mucho alivio y tranquilidad ahora que me di tiempo para liberarme de esta carga. El trauma está ahí, es parte de mi vida, la reacción automática está ahí, surgió como un mecanismo de aferramiento a la vida, miedo y shock. Lo interesante es que algo que sucedió en un momento dado que, difícilmente, se repetirá, dejó una huella que generó una repetición en mi conducta, que no se apega a la realidad del presente. Pienso ahora en la manera en que los humanos creamos patrones de conducta que se repiten con el estímulo de algo similar, cercano o parecido. En el caso de traumas de la niñez esto es más inconsciente, todavía. Frente a situaciones que se asemejen a la experiencia original, reaccionaremos como aprendimos para protegernos. Con razón hay tanta gente que vive encerrada a tal punto que ni se conoce a sí misma. Qué difícil debe ser superar estos traumas, si yo, con el mío que es claro y lo tengo muy identificado, tengo problemas en cambiar el estado en que me pongo, no se diga aquellas personas que tienen los traumas refundidos y los patrones de shock muy incorporados que ni se dan cuenta de que son mecanismos de defensa que hacen ver las cosas y la vida de una manera distorsionada del presente.
Sin lugar a dudas, lo que funcionó para mi, aunque sea momentáneamente, fue rendirme al interior, a la divinidad en mí, a confiar en la guía espiritual del Yo Superior. Seguramente, habrá gente que se entregue a los dictados de una religión para obtener el mismo resultado y puede haber más opciones que no he contemplado. Dejé de buscar más opciones cuando encontré la que mejor funcionó. Empecé por escribir un mensaje a un grupo de lectores de los artículos que escribo hace muchos años. Eso de por sí hizo que me reconecte con el interior y luego vi un video que me dio mucha calma y me reforzó esa conexión interior haciendo que me enfoque en el ahora. Lo interesante es cuándo llegó este video. Estaba justamente buscando lo que necesitaba, un aliento que me ayude a saber cómo manejar esto y ahí me di la oportunidad de escribir ese mensaje y luego se presentó el video. Algunos de los mensajes y la música realmente que ayudaron. Lo valioso fue regresar al interior. Estaba ya dejándome arrastrar casi dos días por esta sensación. Si bien me hace contemplar la muerte, lo cual es bueno, mejor opción resulta, en esta situación, apreciar la vida, reconocer esta oportunidad y liberar la mente para estar en el momento presente. Respirar el ahora sin los efectos que marcaron el pasado. Sí, es posible. Y en el caso de los traumas de la niñez también es factible una tregua. Sólo hay que darse el tiempo y la oportunidad.
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Él se trató porque siempre te amó, ama y amará. Te está buscando. Se deben una conversación para superar el mal trago. Sufrió tanto o más que tú. No dejen pasar más tiempo.
Quiero lo mejor para los dos.
La amiga de siempre, lo saben,
Candela
en este momento de mi vida ,este mensaje me llego como un rayo de luz,soy una persona con discapacidad fisica y eso me ha limitado en algunos aspectos y ahora a la edad de 51 años me he sentido muy traumada por muchos factores tanto fisicos como espirituales,gracias por la uz que me acabas de enviar……
Yo creo que todos de una manera u otra acumulamos traumas grandes o pequeños, tan importante es reconocerlos y aceptarlos para poder trabajar en ellos sin embargo mientras no lo haces es como una bola de nieve creciente acumulando pasado y presente, a veces un libros, una frase, como tu un video puede cambiarnos tanto si nos detemos a mirar, un saludo gracias por compartir tu experiencia.